¿Qué es el agnosticismo?

Pregunta: "¿Qué es el agnosticismo?" Respuesta:

El agnosticismo es la creencia de que es imposible conocer o probar la existencia de Dios. La palabra “agnóstico” significa esencialmente “sin conocimiento”. El agnosticismo es una postura más intelectualmente honesta que la del ateísmo. El ateísmo declara que Dios no existe – una posición improbable. El agnosticismo declara que la existencia de Dios no puede ser probada o negada – que es imposible conocer si Dios existe. En este concepto, el agnosticismo está en lo correcto. La existencia de Dios no puede ser empíricamente probada o negada.

La Biblia nos dice que debemos aceptar la existencia de Dios por fe. Hebreos 11:6 dice, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” Dios es espíritu (Juan 4:24), así que Él no puede ser visto o tocado. A menos que Dios elija revelarse a Sí Mismo, Él es esencialmente invisible para nuestros sentidos (Romanos 1:20). La Biblia enseña que la existencia de Dios puede ser claramente apreciada en el universo (Salmo 19:1-4), sentida en la naturaleza (Romanos 1:18-22), y confirmada en nuestros propios corazones (Eclesiastés 3:11).

El agnosticismo está esencialmente indispuesto a hacer decisiones a favor o en contra de la existencia de Dios. Es la última posición de “nadar entre dos aguas”. Los teístas creen que Dios existe. Los ateos creen que Dios no existe. Los agnósticos creen que no debemos ni creer ni negar la existencia de Dios – porque es imposible probar una u otra cosa.

Por el bien del argumento, deshagámonos por un momento de las claras e innegables evidencias de la existencia de Dios. Si ponemos las posturas del teísmo y el ateísmo a la par del agnosticismo, al cual tiene más “sentido” creer – considerando la posibilidad de la vida después de la muerte. Si Dios no existe, los teístas, ateos y agnósticos por igual, simplemente dejan de existir cuando mueren. Si Dios existe, los ateos y agnósticos tendrán a Alguien a quien responder cuando ellos mueran. Desde esta perspectiva, definitivamente tiene más “sentido” ser un teísta que un ateo o agnóstico. Si ninguna de estas posiciones puede ser probada o desaprobada, ¿no parece más sabio hacer cualquier esfuerzo para creer en la postura que puede tener un eterno e infinito resultado más deseable?

Es normal tener dudas. Hay tantas cosas en este mundo que no podemos entender. Con frecuencia la gente duda de la existencia de Dios porque no entienden o están de acuerdo con las cosas que Él hace o permite. Sin embargo, nosotros, como criaturas humanas finitas, no debemos esperar que estemos capacitados para comprender a un Dios infinito. Romanos 11:33-34 dice, “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?” Debemos creer en Dios por fe y confiar en Sus caminos por fe. Dios está pronto y deseoso de revelarse a Sí Mismo en maneras increíbles para aquellos que crean en Él. Deuteronomio 4:29 proclama, “Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.”

¿Qué es el ateísmo?

Pregunta: "¿Qué es el ateísmo?" Respuesta:

El ateísmo es la creencia de que Dios no existe. El ateísmo no es algo nuevo. El Salmo 14:1 escrito por David alrededor de 1000 a.C. menciona el ateísmo – “Dice el necio en su corazón; No hay Dios.” Recientes estadísticas muestran un creciente número de gente convirtiéndose al ateísmo, con más del 10% de gente alrededor del mundo declarándose a sí mismos partidarios del ateísmo. Así que, ¿por qué más y más gente se vuelve atea? ¿Es el ateísmo realmente la postura lógica que claman los ateístas ser?

¿Por qué existe aún el ateísmo? ¿Por qué no Dios simplemente se revela a Sí Mismo a la gente, probando así que Él existe? Seguramente si Dios apareciera, ¡todos creerían en Él! El problema con esta idea es que no es el deseo de Dios sólo convencer a la gente de que Él existe. El deseo de Dios para la gente es que crean en Él por fe (2 Pedro3:9) y acepten Su regalo de salvación (Juan 3:16). Sí, Dios puede aparecer y demostrar de una vez por todas que Él existe. El problema es que Dios claramente ha demostrado Su existencia muchas veces en el Antiguo Testamento (Génesis capítulos 6-9; Éxodo 14:21-22; 1 Reyes 18:19-31) ¿Creyó la gente que Dios existe? ¡Sí! ¿Se volvieron de sus malos caminos para obedecer a Dios? ¡No! Si una persona no está dispuesta a aceptar la existencia de Dios por fe, entonces definitivamente no estará dispuesta a aceptar a Jesucristo como su Salvador por fe (Efesios 2:8-9). Ese es el deseo de Dios – que las personas se conviertan en cristianos, no sólo teístas (quienes creen que Dios existe).

La Biblia nos dice que la existencia de Dios debe ser aceptada por fe. Hebreos 11:6 declara, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” La Biblia nos recuerda que somos bendecidos cuando creemos y confiamos en Dios por fe, “Jesús le dijo; porque me has visto Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron y creyeron.” (Juan 20:29).

El hecho de que la existencia de Dios debe ser aceptada por fe, no significa que creer en Dios sea ilógico. Existen muchos buenos argumentos para percibir la existencia de Dios. Si hablas inglés, visita la página “Does God Exist?” (“¿Existe Dios?”). La Biblia enseña que la existencia de Dios es claramente visible en el universo (Salmo 19:1-4), en la naturaleza (Romanos 1:18-22), y en nuestros propios corazones (Eclesiastés 3:11). Con todo lo dicho, nuevamente, la existencia de Dios no puede ser probada; debe ser aceptada por fe.

Al mismo tiempo, se necesita la misma cantidad de fe para creer en el ateísmo. El hacer la declaración absoluta de “¡Dios no existe!” es hacer una aseveración de conocer absolutamente todo lo que hay que saber acerca de todo – y haber estado en todos los lugares que componen el universo – de haber presenciado todo lo que hay que ser visto. Desde luego, ningún ateo hará estas afirmaciones exactamente. Sin embargo, eso es en esencia lo que ellos aseguran cuando declaran que Dios no existe. Los ateístas no pueden probar que Dios no, por ejemplo, vive en el centro del sol, o atrás de las nubes de Júpiter, o en alguna nebulosa distante. Esto no puede ser probado, así que tampoco puede probarse que Dios no existe. Se necesita la misma medida de fe para ser ateísta, que para ser teísta.

Así que, estamos de regreso donde empezamos. El ateísmo no es comprobable y la existencia de Dios debe ser aceptada por fe. Yo creo firmemente que Dios existe. Admito gustosamente que mi creencia en la existencia de Dios está basada en la fe. Al mismo tiempo, rechazo firmemente la idea de que es ilógico creer en Dios. Creo que la existencia de Dios puede ser claramente vista, vívidamente sentida, y ser necesariamente filosófica y científicamente probada. Nuevamente, para más información si te es posible, visita la página en Internet que mencionamos anteriormente. Salmos 19:1-4 dice, “Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus palabras…”

¿Es bíblico el universalismo / la salvación universal?

Pregunta: "¿Es bíblico el universalismo / la salvación universal?" Respuesta:

El Universalismo es la creencia de que todos seremos salvados. Hay mucha gente en la actualidad que sostiene la opinión de la “Salvación Universal” – la idea de que todos los hombres eventualmente terminarán en el cielo con el Señor. Tal vez la idea de que hombres y mujeres experimenten una vida de eterno tormento en el infierno, sea la causa por la que muchos rechazan la enseñanza de la Escritura sobre este punto. Para algunos es su exagerado énfasis en el amor y compasión de Cristo lo que los lleva a creer que Dios tendrá misericordia de toda alma viviente. Pero la Escritura enseña que algunos hombres pasarán una eternidad en el infierno, mientras que otros una eternidad en el paraíso con el Señor.

Antes que nada, la prueba de que los hombres no redimidos permanecerán para siempre en el infierno, es que las propias palabras de Jesús confirman que el tiempo que pasen los redimidos en el Cielo, será tan largo como el que pasen los no redimidos en el Infierno. Mateo 25:46 dice, “E irán éstos al castigo ETERNO, y los justos a la vida ETERNA.” (énfasis del escritor). Algunos creen que aquellos que estén en el infierno, eventualmente dejarán de existir, pero el Señor mismo confirma que permanecerán ahí para siempre. Este “fuego eterno” es también mencionado previamente en Mateo 25:41. En Marcos 9:44, Jesús habla acerca del infierno como “el fuego que nunca se apaga.” Jamás se apagará, porque arderá para siempre.

¿Cómo puede uno evitar este “fuego que nunca se apaga”? Mucha gente cree que todos los caminos conducen al Cielo, o consideran que Dios tiene tanto amor y misericordia que Él permitirá que toda la gente vaya al Cielo. Mientras que efectivamente, Dios es grande en amor y misericordia, fueron estas cualidades que le llevaron a enviar a Su Hijo Jesucristo al mundo y a morir en la cruz por nosotros. Jesucristo es la única puerta que conduce a una eternidad en el Cielo. Hechos 4:12 dice, “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, que podamos ser salvos.” 1 Timoteo 2:5, “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” En Juan 14:6, Jesús dice, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Si los hombres eligen rechazar al Hijo de Dios, entonces no llenarán los requisitos para su salvación (Juan 3:16,36).

Con versos como estos, queda claro que el Universalismo y la Salvación universal son una creencia anti-bíblica. El universalismo no concuerda con lo que enseña la Escritura. Mientras que mucha gente en la actualidad acusa a los cristianos de ser intolerantes y “exclusivistas”, es importante recordar que estas son palabras de Cristo Mismo. El cristianismo no desarrolló estas ideas de sí mismo; los cristianos simplemente aseguran lo que el Señor ya ha dicho. La gente elige rechazar el mensaje porque no quiere enfrentarse con su pecado, pero admiten que necesitan que el Señor los salve. Decir que aquellos que rechazan la provisión de Dios para la salvación a través de Su Hijo serán salvados, es tener en poco la santidad y justicia de Dios y negar la necesidad del sacrificio de Jesucristo a favor nuestro.

¿Es bíblico el aniquilacionismo?

Pregunta: "¿Es bíblico el aniquilacionismo?" Respuesta:

El aniquilacionismo es la creencia de que los incrédulos no experimentarán un sufrimiento eterno en el Infierno, sino más bien serán “extinguidos o aniquilados” después de la muerte. La creencia del aniquilacionismo es el resultado de un malentendido de una o más de las siguientes doctrinas: (1) las consecuencias del pecado, (2) la justicia de Dios, y (3) la naturaleza del Infierno.

En relación con la naturaleza del Infierno, los aniquilacionistas malentienden el significado del lago de fuego. Obviamente si un ser humano es echado en un lago de lava hirviente, será consumido instantáneamente. Sin embargo, el lago de fuego es una realidad tanto física como espiritual. No es solamente el cuerpo humano el que es echado al lago de fuego; es el cuerpo, el alma y el espíritu humano. Una naturaleza espiritual no puede ser consumida por un fuego físico. Parece que los incrédulos serán resucitados con un cuerpo preparado para la eternidad, de la misma manera que lo es para los creyentes (Apocalipsis 20:13; Hechos 24:15). Estos cuerpos están preparados para un destino eterno.

La eternidad es otro aspecto en el que el aniquilacionismo falla en su adecuada comprensión. Los aniquilacionistas tienen razón en que la palabra griega “aionion”, la cual usualmente se traduce como eterno, no significa eterno por definición. Específicamente se refiere a una “edad” o “era”, un período específico de tiempo. Sin embargo, está claro que en el Nuevo Testamento, el uso de “aionion” es usado algunas veces para referirse a una cantidad eterna de tiempo. Apocalipsis 20:10 habla de Satanás, la bestia, y el falso profeta que fueron echados al lago de fuego y serán atormentados “día y noche por los siglos de los siglos.” Es claro que estos tres no son “aniquilados” por ser echados en el lago de fuego. ¿Por qué sería diferente el destino de los incrédulos (Apocalipsis 20:14-15)? La evidencia más convincente de la eternidad del Infierno está en Mateo 25:46, “E irán éstos (los impíos) al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” En este verso, es usada exactamente la misma palabra griega para referirse al destino de los impíos y los justos. Si los impíos son solamente atormentados por una “era”, entonces los justos sólo experimentarán la vida en el Cielo por una era. Si los creyentes estarán en el Cielo para siempre, los incrédulos estarán en el Infierno para siempre.

Otra frecuente objeción que hacen los aniquilacionistas para la eternidad en el Infierno, es que sería injusto que Dios castigara a los incrédulos en el Infierno por una eternidad infinita, a causa de un número finito de pecados. ¿Cómo puede ser justo que Dios castigue a una persona que vivió una vida de pecado, digamos de 70 años, por toda una eternidad? La respuesta es que nuestros pecados conllevan una consecuencia eterna, porque ultimadamente son contra un Dios eterno. Cuando el rey David cometió los pecados de adulterio y asesinato, él dijo a Dios, “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos… (Salmo 51:4). David había pecado contra Betsabé y Urías. ¿Cómo pudo clamar David que solo pecó contra Dios? David entendía que todos los pecados son a última instancia contra Dios. Dios es un Ser eterno e infinito. Como resultado todo pecado es objeto de un castigo eterno. Un ejemplo terrenal de esto, sería comparar el que ataca a su vecino y el que ataca al presidente de su país. Sí, ambos son crímenes, pero el atacar al presidente acarrearía muchísimas y más serias consecuencias. ¿Cuánto más será justificable el enfrentar terribles consecuencias al pecar contra un Dios santo e infinito?

Un aspecto más personal del aniquilacionismo es la idea de que no sería posible ser felices en el Cielo, sabiendo que algunos de nuestros seres amados estuvieran sufriendo un tormento eterno en el Infierno. Cuando lleguemos al Cielo, no tendremos nada de qué quejarnos o por qué estar tristes. Apocalipsis 21:4 nos dice, “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.” Si algunos de nuestros seres queridos no están en el Cielo, estaremos 100% de acuerdo de que ellos no pertenecen ahí – que ellos están condenados por su propia resistencia a creer en Jesucristo como su Salvador (Juan 3:16; Juan 14:6). Es difícil entender esto, pero no estaremos entristecidos por su ausencia. Nuestra atención no debe enfocarse en cómo disfrutaremos del Cielo sin todos nuestros seres queridos ahí, sino más bien en cómo podemos llevar a nuestros seres queridos a la fe en Cristo, para que ellos puedan estar ahí.

El Infierno es quizá la razón primaria por la que Dios envió a Jesucristo a pagar el castigo por nuestros pecados. El ser “aniquilados” después de la muerte, no es un destino para aterrorizarse, pero una eternidad en el Infierno definitivamente que sí lo es. La muerte de Jesús fue una muerte infinita, pagando nuestra deuda infinita – para que no tengamos que pagarla en el Infierno por una eternidad (2 de Corintios 5:21). Todo lo que tenemos que hacer, es poner nuestra fe en Cristo, y seremos salvos, perdonados, limpiados, obteniendo la promesa de un hogar eterno en el Cielo. Dios nos amó tanto que proveyó para nuestra salvación. Si rechazamos Su regalo de vida eterna, enfrentaremos las consecuencias eternas de esa decisión.

¿Cuál es la postura de los preteristas sobre el final de los tiempos?

Pregunta: "¿Cuál es la postura de los preteristas sobre el final de los tiempos?" Respuesta:

Los preteristas consideran el libro del Apocalipsis como un cuadro simbólico de los conflictos de la iglesia primitiva, mismos que ya se han cumplido. Esta opinión niega la calidad de predicción futura de la mayor parte del libro de Apocalipsis. En varias maneras esta opinión combina la interpretación alegórica y simbólica, con el concepto de que Apocalipsis no trata de futuros eventos específicos. El movimiento preterista enseña esencialmente que todas las profecías del Nuevo Testamento sobre el final de los tiempos, fueron cumplidas en el año 70 de nuestra era, cuando los romanos atacaron y destruyeron a Jerusalén e Israel.

Mientras que las cartas a las iglesias en los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis fueron escritas a iglesias reales existentes en el primer siglo, y contienen aplicaciones prácticas para las iglesias actuales, los capítulos del 6 al 22 describen eventos que están aún por suceder en un futuro. No hay razón para interpretar alegóricamente el futuro cumplimiento profético. El cumplimiento profético fue cumplido literalmente en el pasado. Tomemos como ejemplo todos los textos del Antiguo Testamento que predicen la primera venida de Cristo. Jesucristo vino en el tiempo que fue predicho que vendría (Daniel 9:25-26). Cristo nació de una virgen (Isaías 7:14). Cristo sufrió y murió por nuestros pecados (Isaías 53:5-9). Estos son sólo unos pocos ejemplos de probablemente cientos de profecías del Antiguo Testamento que el Señor dio a los profetas, y que están registradas en la Escritura, las cuales fueron cumplidas literalmente. Simplemente no tiene sentido el tratar de alegorizar las profecías por cumplirse, o entenderlas de manera diferente a la que se lee normalmente.

Cuando lees en Apocalipsis los capítulos del 6 al 18, te enteras del tiempo más terrible que jamás ocurrirá en el mundo, el tiempo cuando la bestia (el anticristo) reinará por siete años (La Gran Tribulación), y cuando el falso profeta promoverá ante el mundo la adoración de la bestia como dios. Más adelante, en el capítulo 19, todo llega a un clímax con el literal regreso de Cristo. Jesucristo derrota a la bestia y al falso profeta en la batalla del Armagedón, y entonces son lanzados al lago de fuego. En el capítulo 20, Cristo, que tiene a Satanás atado en el abismo, establece Su reino terrenal por 1,000 años. Al final de los 1,000 años, Satanás es desatado y causa una breve rebelión, que es sofocada prontamente por Cristo y Satanás es lanzado definitivamente al lago de fuego. Entonces es el juicio final, la resurrección y el juicio de todos los incrédulos. Los capítulos 21 y 22 describen el estado eterno – la manera en que los creyentes gozarán de la presencia y la comunión con el Señor por toda la eternidad.

El preterismo es totalmente inconsistente en su interpretación del libro de Apocalipsis. De acuerdo con la opinión preterista sobre el final de los tiempos, los capítulos 6-18 de Apocalipsis son simbólicos y alegóricos, y no describen eventos literalmente. Sin embargo, el capítulo 19, de acuerdo al preterismo, debe ser entendido literalmente. Jesucristo literalmente regresará físicamente. Entonces, nuevamente el capítulo 20 es interpretado alegóricamente por los preteristas. Más adelante, los capítulos 21-22 son entendidos al menos parcialmente como literales, de que, sí, habrá realmente un Nuevo Cielo y una Nueva Tierra. Nadie niega que Apocalipsis describa algunas cosas figurativamente; sin embargo el negar selectivamente la naturaleza literal de porciones selectas del Apocalipsis, conduce a no tener bases para interpretar literalmente nada del Apocalipsis. Si los sellos, las trompetas, las copas, los testigos, los 144,000, la bestia, el falso profeta, el Reino Milenial, etc., son alegorías o simbolismos - ¿sobre qué bases aseguramos que la Segunda Venida de Cristo, y la Nueva Tierra son de interpretación literal? Ese es el fracaso del preterismo – somete la interpretación de Apocalipsis a la opinión de quien lo interprete. En vez de eso, debemos leerlo, creerlo y obedecerlo – literal y exactamente.

¿Qué es el Teísmo Abierto?

Pregunta: "¿Qué es el Teísmo Abierto?" Respuesta:

El “Teísmo Abierto”, también conocido como “apertura teológica” y la “apertura de Dios”, es un intento por explicar la presciencia de Dios en relación al libre albedrío del hombre. El argumento del teísmo abierto esencialmente es éste: (1) Los seres humanos son verdaderamente libres. (2) Si Dios conociera absolutamente todo el futuro, los seres humanos no podrían ser realmente libres; (3) por lo tanto, Dios no sabe absolutamente todo sobre el futuro. El Teísmo Abierto sostiene que el futuro es desconocido. Por lo tanto, Dios conoce todo lo que puede ser conocido – pero Él desconoce el futuro.

El Teísmo Abierto basa estas creencias en partes de la Escritura donde se describe a Dios como “arrepintiéndose”, o “sorprendiéndose” o “cambiando de parecer” (Génesis 6:6; 22:12; Éxodo 32:14; Jonás 3:10). A la luz de muchas otras Escrituras que declaran el pre-conocimiento de Dios del futuro, esas declaraciones deben ser entendidas como descripciones que Dios hace de Sí Mismo, de maneras que puedan ser entendidas por nosotros. Dios sabe qué acciones y decisiones tomaremos, pero Él “cambia de parecer” respecto a Sus acciones, basándose en las nuestras. El que Dios se “sorprenda” y se decepcione ante la maldad de la humanidad, no significa que Él desconociera lo que iba a ocurrir.

En contradicción al Teísmo Abierto, el Salmo 139, versos del 4 al 16, dice que, “Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, Tú la sabes toda…. Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.” ¿Cómo pudo Dios predecir en el Antiguo Testamento los intrincados detalles acerca de Jesucristo, si Él no conociera el futuro? ¿Cómo pudo Dios de alguna manera garantizar nuestra eterna salvación, si Él no supiera lo que sucedería en el futuro?

Por último, el Teísmo Abierto falla en que trata de explicar lo inexplicable – la relación entre la presciencia de Dios y el libre albedrío del hombre. Al igual que fallan las formas extremas del Calvinismo, en donde hacen de los seres humanos solo robots pre-programados, así en el Teísmo Abierto falla al rechazar la verdad de la omnisciencia de Dios. Dios debe ser comprendido a través de la fe, porque “sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6a). Por lo tanto, el concepto del Teísmo Abierto no es escrituralmente aceptable. Es simplemente otra manera en que el hombre finito trata de entender a un Dios infinito con una mente infinita. Es como tratar de beberse el océano entero. El Teísmo Abierto debe ser rechazado por los seguidores de Cristo. Por lo tanto, el Teísmo Abierto es una explicación para la relación entre la presciencia de Dios y el libre albedrío del hombre – y su explicación no es bíblica.

¿Qué es el arrianismo?

Pregunta: "¿Qué es el arrianismo?" Respuesta:

El arrianismo es llamado así por Arrio, un maestro de principios del siglo IV d.C. Uno de los primeros y probablemente el más importante punto del debate entre los primeros cristianos fue el tema de la deidad de Cristo. ¿Era Jesús realmente Dios hecho hombre, o fue Jesús un ser creado? ¿Fue Jesús Dios o sólo semejante a Dios? Arrio sostenía que Jesús fue creado por Dios como el primer acto de la Creación, que Jesús fue la coronación gloriosa de toda la creación. Entonces, el arrianismo, es la opinión de que Jesús fue un ser creado con atributos divinos, pero no divino en y por Sí mismo.

El arrianismo malentiende la referencia que se hace del cansancio de Jesús (Juan 4:6) y el que desconociera el tiempo de Su regreso (Mateo 24:36). Sí, es difícil entender cómo es que Dios pudo estar cansado y/o que ignorara algo, pero el relegar a Jesús como un ser creado, no es la respuesta. Favor de ver nuestro artículo sobre la unión hipostática para la explicación de estos puntos. Jesús era totalmente Dios, pero también era totalmente humano. Jesús no se convirtió en ser humano hasta Su encarnación. Por lo tanto, las limitaciones de Jesús como un ser humano, no tienen impacto alguno en su naturaleza divina o eternidad.

Una segunda mala interpretación del arrianismo, es el significado de “primogénito” (Romanos 8:29; Colosenses 1:15-20). Los arrianos entienden que en estas Escrituras, la palabra “primogénito” significa que Jesús fue “nacido” o “creado” como el primer acto de la Creación. Este no es el caso. Jesús Mismo proclamó Su auto-existencia y eternidad (Juan 8:58; 10:30). Juan 1:1-2 nos dice que Jesús era “en el principio con Dios.” En los tiempos bíblicos, el primogénito de una familia era tenido en gran honor (Génesis 49:3; Éxodo 11:5; 34:19; Números 3:40; Salmo 89:27; Jeremías 31:9). Es en este sentido que Jesús es el primogénito de Dios. Jesús es el miembro preeminente de la familia de Dios. Jesús es el ungido, el “Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de paz” (Isaías 9:6). Jesús no “nació,” más bien Él fue hecho Señor sobre toda la Creación como el “primogénito” de Dios.

Después de alrededor de un siglo de debate en varios concilios de la iglesia primitiva, la iglesia cristiana denunció oficialmente el arrianismo como una falsa doctrina. Desde entonces, el arrianismo nunca ha sido aceptado como una doctrina viable de la fe cristiana. Sin embargo el arrianismo no ha muerto. El arrianismo ha continuado a través de los siglos en formas variadas. Los Testigos de Jehová de la actualidad, sostienen una posición muy similar al arrianismo sobre la naturaleza de Cristo. Así como lo hizo la iglesia primitiva, debemos denunciar cualquiera y todos los ataques sobre la deidad de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.

¿Qué son la crítica de redacción y la crítica mayor?

Pregunta: "¿Qué son la crítica de redacción y la crítica mayor?" Respuesta:

La crítica de redacción y la crítica mayor son sólo unas pocas de las muchas formas de crítica bíblica. Su intento es investigar las Escrituras y hacer juicios concernientes a su autoría, historicidad, y fecha de escritura. La mayoría de estos métodos terminan intentando destruir el texto de la Biblia.

La crítica bíblica puede ser dividida en dos formas principales: la crítica mayor y la inferior. La crítica inferior es un intento por encontrar la redacción original del texto, puesto que ya no tenemos los escritos originales. La crítica mayor trata con la autenticidad del texto. Surgen preguntas tales como: ¿Cuándo fue realmente escrito? ¿Quién escribió realmente este texto?

Muchos críticos en estos campos no creen en la inspiración de las Escrituras, por lo que utilizan estas preguntas para anular la obra del Espíritu Santo en las vidas de los autores de nuestras Escrituras. Ellos creen que nuestro Antiguo Testamento fue simplemente una compilación de tradiciones orales, y que realmente no fueron escritas hasta después de que Israel fue llevado en cautividad a Babilonia en el 586 a. C.

Desde luego, podemos ver en las Escrituras que Moisés escribió la Ley y los primeros cinco libros del Antiguo Testamento (llamado el Pentateuco). Si estos libros realmente no fueron escritos por Moisés, sino hasta muchos años después de que la nación de Israel fue fundada, estos críticos tendrían razón en afirmar la inexactitud de lo que fue escrito, y por lo tanto refutar la autoridad de la Palabra de Dios. Pero eso no es verdad. (Para una discusión sobre las pruebas sobre la autoría de Moisés del Pentateuco, ver nuestros artículos sobre la hipótesis documentada y la teoría JEDS). La crítica de redacción, es la idea de que los escritores de los Evangelios no fueron más que los compiladores finales de tradiciones orales y no realmente los escritores directos de los Evangelios mismos. Un crítico que adopta el punto de vista de la crítica de redacción, dice que el propósito de su estudio es encontrar la “motivación teológica” detrás de la selección del autor y la compilación de las tradiciones u otros materiales escritos dentro del cristianismo.

Básicamente, lo que estamos viendo en todas estas formas de crítica bíblica, es un intento de algunos críticos de separar la obra del Espíritu Santo en la producción de un preciso y confiable documento escrito de la Palabra de Dios. Los escritores de las Escrituras explicaron cómo es que llegaron a ser Escrituras. “Toda la Escritura es inspirada por Dios.” (2 Timoteo 3:16). Dios es quien dio al hombre las palabras que Él quería que quedaran registradas. El apóstol Pedro escribió, “entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana,” (2 Pedro 1:20,21). Aquí Pedro está diciendo que estos escritos no fueron forjados en la mente del hombre, creados simplemente por hombres que querían escribir algo. Pedro continúa, “… sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” (2 Pedro 1:21). El Espíritu Santo les dijo lo que Él quería que escribieran. No hay necesidad de criticar la autenticidad de las Escrituras cuando podemos saber que Dios estaba tras la escena dirigiendo y guiando a los hombres en lo que habían de dejar registrado.

Un verso más, podría probar estar interesantemente relacionado con la exactitud de las Escrituras. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y OS RECORDARÁ TODO LO QUE YO OS HE DICHO.” (Juan 14:26). Aquí Jesús estaba diciendo a Sus discípulos que pronto Él se iría, pero que el Espíritu Santo les ayudaría a recordar lo que Él enseñó aquí en la tierra, para que más tarde, ellos pudieran escribirlo. Dios estuvo tras de la autoría y preservación de las Escrituras.

¿Qué es el dualismo?

Pregunta: "¿Qué es el dualismo?" Respuesta:

En teología, el concepto del dualismo asume que hay dos entidades iguales y separadas –el bien y el mal – que son igualmente poderosas. Dios representa la entidad del bien y Satanás representa la entidad del mal.

Sin embargo, el problema aquí es que, aunque Satanás tiene algún poder, él no es igual al Dios Todopoderoso, porque él fue creado por Dios en la forma de un ángel antes que cayera del cielo por su rebelión (Isaías 14:12-15; Ezequiel 28:13.17). Como dice la Escritura, “Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” (I Juan 4:4). Así que, de acuerdo con la Escritura, no hay un dualismo; no existen dos fuerzas opuestas de igual poder llamadas el Bien y el Mal. El Bien, representado por Dios Todopoderoso, es la fuerza más poderosa del universo sin excepción. El Mal, representado por Satanás, es una fuerza menor que no iguala a la del Bien. El Mal será derrotado cada vez en cualquier encuentro con Dios, porque Dios Todopoderoso, la esencia del Bien, tiene mucho más poder, mientras que el Mal, representado por Satanás no es todopoderoso.

Siempre que cualquier doctrina describa el Bien y el Mal como dos fuerzas opuestas iguales, esa doctrina contradice la posición escritural del Bien, representado por Dios Todopoderoso, que es el poder dominante de todo el universo. Puesto que Satanás no lo es, y jamás será igual a Dios, cualquier doctrina que diga que él lo es, puede ser marcada como una falsa doctrina. Sólo porque Satanás fue expulsado del cielo por tratar de elevarse sobre Dios y ser adorado en Su lugar, no significa que Satanás se haya dado por vencido en tratar de hacerse igual o superior a Dios, como es evidenciado por los principios básicos del “dualismo” que ha surgido mayormente a través de la raíz filosófica de la sabiduría humana.

No puede existir el dualismo en ningún rincón de nuestro universo, contrariamente a lo que nuestros filósofos nos dicen. Hay solo un poder que está por sobre cualquier otro, y ese es el poder del Dios Todopoderoso como Él nos lo ha revelado en la Biblia. Por tanto, de acuerdo a la evidencia escritural, solo existe un poder que es omnipotente, no dos. Entonces, cualquier doctrina del dualismo que asume que hay dos poderes iguales y opuestos entre sí (el bien y el mal) es una falsa doctrina.

¿Qué es el Problema Sinóptico?

Pregunta: "¿Qué es el Problema Sinóptico?" Respuesta:

Cuando se comparan los tres primeros Evangelios – Mateo, Marcos y Lucas – es indiscutible que los relatos son muy similares uno de otro en contenido y expresión. Como resultado, Mateo, Marcos, y Lucas son conocidos como los “Evangelios Sinópticos.” La palabra “sinóptico” básicamente significa “verlos juntos con una opinión común.” Las muchas similitudes entre los Evangelios Sinópticos han conducido a algunos a preguntarse si los autores de los Evangelios tuvieron una fuente común; otro registro escrito del nacimiento, vida, ministerio, muerte y resurrección de Cristo, del cual ellos pudieron haber obtenido el material para sus Evangelios. Algunos aducen que Mateo, Marcos, y Lucas son tan similares, que ellos debieron haber utilizado los Evangelios unos de otros, u otra fuente común. A esta supuesta “fuente” se le ha dado el título de “Q” de la palabra alemana que significa “fuente.”

¿Existe alguna evidencia para un documento “Q”? No, no la hay. Ninguna porción o fragmento de un documento “Q” ha sido jamás encontrado. Ninguno de los padres de la iglesia primitiva mencionó jamás un Evangelio “fuente” en sus escritos. La “Q” es la invención de “eruditos” liberales, quienes niegan la inspiración de la Biblia. Ellos creen que la Biblia es nada más que una obra de literatura, sujeta a la misma crítica concedida a otras obras literarias. Nuevamente, decimos que no hay evidencia de ninguna clase para un documento “Q” – ya sea bíblica, teológica, o histórica.

Si Mateo, Marcos y Lucas no utilizaron un documento “Q,” ¿por qué son tan similares sus Evangelios? Hay varias posibles explicaciones. Es posible que los otros escritores de los Evangelios hayan tenido acceso a cualquiera de los Evangelios que haya sido escrito primero (posiblemente Marcos). No hay absolutamente ningún problema con la idea de que Mateo y/o Lucas copiaran algún texto del Evangelio de Marcos y lo usaran en sus Evangelios. Tal vez Lucas tuvo acceso a Marcos y Mateo y utilizó textos de ambos en su propio Evangelio. Lucas 1:1-4 nos dice, “Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.”

La explicación más plausible del por qué los Evangelios Sinópticos son tan similares, es que todos están inspirados por el mismo Espíritu Santo, y todos fueron escritos por gente que atestiguó, o escuchó los mismos eventos. El Evangelio de Mateo fue escrito por Mateo el Apóstol, uno de los doce que siguieron a Jesús y fueron comisionados por Él. El Evangelio de Marcos fue escrito por Juan Marcos, un cercano colaborador del Apóstol Pablo, quien fue enseñado por los otros apóstoles acerca de la vida y ministerio del Señor. ¿Por qué no esperaríamos que sus relatos fueran similares uno del otro? A última instancia, cada uno de los Evangelios fue inspirado por el Espíritu Santo (2 Timoteo 3:16-17; 2 Pedro 1:20-21). Por lo tanto, debemos esperar similitud y unidad.

¿Qué es la espiritualidad contemplativa?

Pregunta: "¿Qué es la espiritualidad contemplativa?" Respuesta:

La espiritualidad contemplativa es una práctica extremadamente peligrosa para cualquier persona que esté preocupada por vivir una vida bíblicamente centrada en Dios. Está comúnmente más asociada con el Movimiento de la Iglesia Emergente, el cual está lleno de detestables y falsas enseñanzas. También es utilizada por muchos grupos diferentes que tienen poco, si es que nada que ver con la cristiandad.

En la práctica, la espiritualidad contemplativa está centrada principalmente en torno a la meditación, aunque no en la meditación con la perspectiva bíblica. Pasajes en la Escritura, tales como Josué 1:8, en realidad nos exhortan a meditar: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” Nótese cuál debe ser el centro de la meditación: La Palabra de Dios.

La espiritualidad contemplativa, conduce a centrar la meditación literalmente en nada. El practicante es exhortado a vaciar totalmente su mente, para sólo “estar.” Supuestamente, esto le ayuda a uno a abrirse a una experiencia espiritual mayor. Sin embargo, en la Escritura somos exhortados a transformar nuestra mente a la de Cristo, para tener Su mentalidad. El vaciar nuestra mente es contrario a tal transformación activa y consciente.

La espiritualidad contemplativa, también anima a buscar una experiencia mística con Dios. Como se define en el diccionario Merriam-Webster, el misticismo es “la creencia de que el conocimiento directo de Dios, la verdad espiritual, o la última realidad puede ser alcanzada a través de la experiencia subjetiva (como intuición o visión).” Este énfasis en el conocimiento experimental erosiona la autoridad de la Escritura. Conocemos a Dios de acuerdo a Su Palabra. Segunda de Timoteo 3:16-17 declara: “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” La Palabra de Dios está completa. No hay razón para creer que Dios añada enseñanzas o verdades adicionales a Su Palabra a través de experiencias místicas. En cambio, nuestra fe y lo que sabemos acerca de Dios está basado en hechos.

La página web del Centro para Espiritualidad Contemplativa lo resume bien: “Venimos de una variedad de procedencias seculares y religiosas y cada uno de nosotros busca enriquecer su jornada a través de la práctica espiritual y el estudio de las tradiciones espirituales más grandes del mundo. Deseamos acercarnos al Espíritu amoroso el cual se extiende por toda la creación e inspira nuestra compasión por todos los seres.” No hay absolutamente nada bíblico acerca de tal práctica. Se debe aconsejar gran precaución a cualquiera que considere la espiritualidad contemplativa como medio para alcanzar una gran espiritualidad, en vez de ello la persona será confundida, engañada y será apartada de la Verdad.

¿Qué dice la Biblia acerca del evangelio de la prosperidad?

Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del evangelio de la prosperidad?" Respuesta:

En el evangelio de la prosperidad, también conocido como la religión de la “Palabra de Fe,” se le dice al creyente que utilice a Dios, mientras que la verdad del cristianismo bíblico es justamente lo opuesto – Dios utiliza al creyente. La Palabra de Fe, o la teología de la prosperidad, ve al Espíritu Santo como un poder para ser utilizado de la manera que el creyente lo desee. La Biblia enseña que el Espíritu Santo es la Persona que habilita al creyente para que haga la voluntad de Dios. El movimiento del evangelio de la prosperidad, es muy parecido a algunas de las sectas de destructiva avaricia que se infiltraron en la iglesia primitiva. Pablo y los otros apóstoles nunca consintieron en adaptarse o conciliarse con los falsos maestros que propagaban tal herejía. Ellos los identificaron como peligrosos falsos maestros y urgían a los cristianos a huir de ellos.

Pablo previno a Timoteo acerca de las “disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia. . . Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.” (1 Timoteo 6:5, 9-11).

Pablo dijo que la avaricia es idolatría (Efesios 5:5) y previno a los efesios para que evitaran a cualquiera que llevara un mensaje de inmoralidad o avaricia (Efesios 5:6-7). La enseñanza de la prosperidad prohíbe que Dios trabaje por Él mismo, significando que Dios no es Señor de todo, porque Él no puede trabajar hasta que nosotros le permitamos hacerlo. La fe, de acuerdo con la doctrina de la Palabra de Fe, no es una confianza sometida a Dios; la fe es una fórmula por medio de la cual manipulamos las leyes espirituales que los maestros de la prosperidad creen que gobiernan el universo. Como lo implica el nombre “Palabra de Fe,” este movimiento enseña que la fe tiene que ver más con lo que digamos, que en quién confiamos o qué verdades adoptamos y afirmamos en nuestros corazones.

Un término favorito en el movimiento de la Palabra de Fe, es la “confesión positiva.” Se refiere a la enseñanza de que las palabras tienen un poder creativo. Lo que digas, afirman los maestros de Palabra de Fe, determina todo lo que te suceda. Tus confesiones, especialmente los favores que demandes a Dios, deben ser declarados positivamente y sin titubeos. Entonces, Dios es requerido a responder (¡como si el hombre pudiera exigirle algo a Dios!). De esta manera, la habilidad de Dios para bendecirnos depende supuestamente de nuestra fe.

Santiago 4:13-16 claramente contradice esta enseñanza, “¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá y traficaremos, y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es mala.”

Lejos de enfatizar la importancia de la riqueza, la Biblia nos advierte acerca de buscarla. Los creyentes, especialmente los líderes en la iglesia (1 Timoteo 3:3), deben estar libres del amor al dinero (Hebreos 13:5). El amor al dinero conduce a toda clase de maldad (1 Timoteo 6:10). Jesús advirtió, “Mirad, guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee." (Lucas 12:15). En agudo contraste al énfasis de la Palabra de Fe sobre ganar dinero y posesiones en esta vida, Jesús dijo “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan.” (Mateo 6:19). La irreconciliable contradicción entre la enseñanza del evangelio de la prosperidad y el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, está bien sintetizada en las palabras de Jesús en Mateo 6:24, “No podéis servir a Dios y a las riquezas.”

¿Qué es la oración contemplativa?

Pregunta: "¿Qué es la oración contemplativa?" Respuesta:

Primeramente es importante definir con claridad lo que es la “oración contemplativa”. Para los propósitos de este artículo, la oración contemplativa no es sólo “estar en contemplación mientras estás orando.” La Biblia nos enseña que “oremos con nuestro entendimiento” (1 Corintios 14:15), así que claramente la oración incluye la contemplación. Sin embargo, orar con el entendimiento no es lo que la “oración contemplativa” ha venido a significar.

Lentamente y año con año, la oración contemplativa ha incrementado su popularidad y práctica desde mediados de los años 90’s, junto con el surgimiento del Movimiento de la Iglesia Emergente – un movimiento que contiene muchas ideas y prácticas anti-bíblicas, siendo la oración contemplativa una de tales prácticas.

La oración contemplativa, también conocida como “la oración concentrada,” es una práctica meditativa, donde sus practicantes se enfocan en una palabra y la repiten una y otra vez, durante todo el curso del ejercicio. De acuerdo con el sacerdote católico Thomas Keating, así es como se hace: “Elige una palabra sagrada como el símbolo de tu intención para ingresar a la presencia y la acción de Dios en tu interior. Sentado confortablemente y con los ojos cerrados, reposa brevemente y en silencio introduce la palabra sagrada, como el símbolo de tu consentimiento a la presencia y la acción de Dios en tu interior. Cada vez que te vuelvas consciente de los pensamientos, regresa siempre tranquilamente a la palabra sagrada. Al final del período de oración, permanece en silencio con los ojos cerrados por un par de minutos.”

Aunque esto puede sonar como un ejercicio inocente, este tipo de “oración” no tiene ningún soporte bíblico. De hecho, es justamente lo opuesto a la manera en que la oración es definida en la Biblia. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” (Filipenses 4:6). “En aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.” (Juan 16:23-24). Estos versos y otros más, describen claramente la oración como una comunicación comprensible con Dios, no una meditación mística y esotérica.

La oración contemplativa, por diseño, se enfoca en tener una experiencia mística con Dios. Sin embargo el misticismo es puramente subjetivo, y no se basa en la verdad o los hechos. Sin embargo, la Palabra de Dios nos ha sido dada justamente con el propósito de basar nuestra fe y nuestras vidas en la Verdad (2 Timoteo 3:16-17).

Lo que conocemos de Dios está basado en hechos; el confiar en el conocimiento experimental por sobre los registros bíblicos, coloca a una persona fuera de la norma que es la Biblia.

La oración contemplativa no difiere de los ejercicios meditativos utilizados en las religiones orientales y los cultos de la Nueva Era. La mayoría de sus partidarios adoptan una espiritualidad abierta entre los adeptos de todas las religiones, promoviendo la idea de que la salvación es ganada por muchos caminos, aunque Cristo Mismo estableció que la salvación solo viene a través de Él, (Juan 14:6). La oración contemplativa, como ha venido a significar en el movimiento moderno de la oración, está en oposición a la cristiandad bíblica y debe ser definitivamente evitada.

¿Qué es la teoría JEDS?

Pregunta: "¿Qué es la teoría JEDS?" Respuesta:

En pocas palabras, la teoría JEDS declara que los primeros cinco libros de la Biblia, Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio, no fueron enteramente escritos por Moisés, quien murió en el 1451 a.C., sino también por diferentes autores después de Moisés. La teoría está basada en el hecho de que en diferentes porciones del Pentateuco son usados diferentes nombres para Dios, y que hay diferencias detectables en el estilo lingüístico. Las letras de la teoría JEDS corresponden a los cuatro supuestos autores: el autor que utiliza Jehová para el nombre de Dios, el autor que usa Elohim para el nombre de Dios, el autor de Deuteronomio, y el probablemente Sacerdote, autor de Levítico. La teoría JEDS prosigue a establecer que las diferentes porciones del Pentateuco fueron compiladas probablemente en el siglo IV a.C., posiblemente por Esdras.

Así que, ¿por qué hay diferentes nombres para Dios en libros escritos supuestamente por un solo autor? Por ejemplo, Génesis capítulo 1 usa el nombre “Elohim,” mientras que Génesis capítulo 2 usa el nombre “Yahveh / Jehová.” Patrones como éste, ocurren con frecuencia en el Pentateuco. La respuesta es simple. Moisés utilizó los nombres de Dios para establecer un punto. En Génesis capítulo 1, Dios es Elohim, el poderoso Dios Creador. En Génesis capítulo 2, Dios es Yahveh, el Dios personal quien creó y se relaciona con la humanidad. Esto no indica que sean diferentes autores, sino más bien un solo autor utilizando varios nombres de Dios para enfatizar un punto y describir diferentes aspectos de Su carácter.

Con respecto a los diferentes estilos, ¿no esperaríamos que un autor tenga diferentes estilos cuando esté escribiendo historia (Génesis), estatutos legales (Éxodo, Deuteronomio), y escribiendo intrincados detalles del sistema de sacrificios (Levítico)? La teoría JEDS toma las diferencias explicables en el Pentateuco e inventa una elaborada teoría que no tiene bases reales o históricas. Ningún documento de J, E, D, o S ha sido jamás descubierto. Ningún erudito judío o cristiano de la antigüedad, ha siquiera sugerido que existan tales documentos.

El argumento más poderoso contra la teoría JEDS es la Biblia misma. En Marcos 12:26, Jesús dijo, “Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob?” Por lo tanto, Jesús dice claramente que Moisés escribió el relato de la zarza ardiente en Éxodo 3:1-3. En Hechos 3:22, Lucas comenta sobre un pasaje en Deuteronomio 18:15 y acredita a Moisés como su autor. Pablo en Romanos 10:5, habla sobre la justicia que describe Moisés en Levítico 18:5. Este pasaje realmente comienza en Levítico 18:1 y continúa hasta el verso 5. Pablo está testificando que Moisés es el autor de Levítico. Así que, tenemos a Jesús mostrando que Moisés fue el autor de Éxodo, Lucas (en Hechos) mostrando que Moisés escribió Deuteronomio, y Pablo diciendo que Moisés es el autor de Levítico. A fin de que la teoría JEDS resultara cierta, Jesús, Lucas y Pablo debieron haber sido todos ellos o mentirosos, o se equivocaron en su comprensión del Antiguo Testamento.

Pongamos nuestra fe en Jesús y en los autores humanos de la Escritura, en vez de en la ridícula y carente de bases teoría JEDS (2 Timoteo 3:16-17).

¿Qué es el panteísmo?

Pregunta: "¿Qué es el panteísmo?" Respuesta:

El panteísmo es la opinión de que Dios es todo y todos y de que todos y todo es Dios. El panteísmo es similar al politeísmo (la creencia en muchos dioses), pero el panteísmo va más allá al enseñar que todo es Dios. Un árbol es Dios, una roca es Dios, un animal es Dios, el cielo es Dios, el sol es Dios, tú eres Dios, etc. El panteísmo es la suposición detrás de muchos cultos y falsas religiones (p. ej. Hinduismo y Budismo, por extensión, la variedad de unidades y unificación de cultos, y los adoradores de la madre naturaleza).

¿Enseña la Biblia el panteísmo? No, no lo hace. Lo que mucha gente confunde como panteísmo es la doctrina de la omnipresencia de Dios. El Salmo 139:7-8 declara, “¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seól hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.” La omnipresencia de Dios significa que Él está presente en todas partes. No hay lugar en el universo donde Dios no esté presente. Esto no es lo mismo que el panteísmo. Dios está en todas partes, pero Él no es todo. Sí, Dios está “presente” dentro de un árbol o dentro de una persona, pero eso no hace que un árbol o una persona sean Dios. El panteísmo no es una creencia bíblica en absoluto. El panteísmo es incompatible con la fe en Jesucristo como el Salvador (Juan 14:6; Hechos 4:12).

¿Qué son el Pelagianismo y el Semi-Pelagianismo?

Pregunta: "¿Qué son el Pelagianismo y el Semi-Pelagianismo?" Respuesta:

Pelagio fue un monje que vivió a finales del siglo IV y principios del siglo V d. C. Pelagio pensaba que los seres humanos nacían inocentes, sin la mancha del pecado original o heredado. Él creía que Dios creó directamente a cada alma humana, y por lo tanto, cada alma humana estaba originalmente libre de pecado. Pelagio creía que el pecado de Adán no afectó a las generaciones futuras de la humanidad. Esta postura fue conocida como Pelagianismo.

El Pelagianismo contradice muchas Escrituras y principios bíblicos. Primero, la Biblia nos dice que somos pecadores desde el momento de la concepción (Salmo 51:5). Más aún, la Biblia enseña que todos los seres humanos mueren como resultado del pecado (Ezequiel 18:20; Romanos 6:23). Mientras que el Pelagianismo dice que los seres humanos no nacen con una inclinación natural hacia el pecado, la Biblia dice lo opuesto (Romanos 3:10-18). Romanos 5:12 dice claramente que el pecado de Adán es la razón por la que el pecado infectó al resto de la humanidad. Cualquiera que ha criado niños puede atestiguar el hecho de que los infantes deben ser enseñados a comportarse; no se les tiene que enseñar cómo pecar. Por lo tanto, el Pelagianismo es claramente anti-bíblico y debe ser rechazado.

El Semi-Pelagianismo esencialmente enseña que la humanidad está manchada por el pecado, pero no al grado de no poder cooperar con la gracia de Dios por nosotros mismos. El Semi-Pelagianismo es, en esencia, la depravación parcial, como opuesta a la depravación total. Las mismas Escrituras que refutan el Pelagianismo también refutarán el Semi-Pelagianismo. Romanos 3:10-18 definitivamente no describe a la humanidad como estar parcialmente manchada por el pecado. La Biblia enseña claramente que si Dios no “aparta” a una persona, somos incapaces de cooperar con la gracia de Dios. “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere….” (Juan 6:44). Al igual que el pelagianismo, el semi-pelagianismo es anti-bíblico y debe ser rechazado.

¿Qué es el politeísmo?

Pregunta: "¿Qué es el politeísmo?" Respuesta:

El politeísmo es la creencia de que hay muchos dioses. Este nombre proviene de las palabras griegas, “poli” que significa “muchos” y “teísmo” que proviene de la palabra usada para “Dios.” El politeísmo ha sido quizá la postura teísta más dominante en la historia de la humanidad. El ejemplo más comúnmente conocido como politeísmo en tiempos antiguos es Grecia / mitología romana (Zeus, Apolo, Afrodita, Poseidón, etc.). El ejemplo moderno más claro del politeísmo es el hinduismo, el cual tiene más de 300 millones de dioses. Aunque el hinduismo es en esencia panteístico, mantiene la creencia en muchos dioses. Es interesante notar que aún en las religiones politeístas, usualmente hay un dios supremo, quien reina sobre los otros dioses, p. ej. Zeus en Grecia / mitología romana, y Brahmán en el hinduismo.

Algunos argumentan que la Biblia enseña el politeísmo en el Antiguo Testamento. Ciertamente varios pasajes hablan de “dioses” en plural (Éxodo 20:3; Deuteronomio 10:17: 13:2; Salmos 82:6; Daniel 2:47). El antiguo Israel comprendía plenamente que había solamente un Dios verdadero, pero con frecuencia no vivían como si creyeran que eso fuera cierto, porque continuamente caían en la idolatría y la adoración a dioses extranjeros. Así que, ¿qué vamos a hacer de estos y otros pasajes que hablan de múltiples dioses? Es importante notar que la palabra hebrea elohim era usada para referirse al único Dios verdadero y a los dioses falsos /ídolos. Funcionaba casi idénticamente a la palabra “Dios” en español. Cuando se usaba la palabra Elohim para describir a Jehová, era representando Su trinidad – tres personas en un solo Dios.

El describir algo como un “dios” no significa que tú creas que sea un ser divino. Esto es, la gran mayoría de las Escrituras del Antiguo Testamento que hablan de “dioses” se están refiriendo a dioses falsos, aquellos que claman ser dioses pero que no lo son. Segunda de Reyes 19:18 lo resume muy bien, “y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los destruyeron.” Nótese el Salmo 82:6, “Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo. Pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis.”

La Biblia enseña claramente en contra del politeísmo. Deuteronomio 6:4 nos dice, “Oye, Israel: JEHOVÁ nuestro Dios, JEHOVÁ uno es.” Salmos 96:5 declara, “Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; pero JEHOVÁ hizo los cielos.” Santiago 2:19 dice, “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.” Creer en el único Dios verdadero requiere que vivamos esa creencia.

¿Qué es el relativismo moral?

Pregunta: "¿Qué es el relativismo moral?" Respuesta:

El relativismo moral es entendido más fácilmente en comparación con el absolutismo moral. El absolutismo afirma que la moralidad depende de principios universales (leyes naturales, conciencia. . . la regla de Oro, si se quiere). Los cristianos absolutistas creen que Dios es la fuente última de nuestra moralidad común, y que por lo tanto, es tan inamovible como lo es Él. El relativismo moral asegura que la moralidad no está basada en ninguna norma absoluta. Más bien en “verdades” éticas que dependen de la situación, cultura, sentimientos propios, etc., El relativismo moral está ganando popularidad en nuestros días.

Hay muchos argumentos para el relativismo; sin embargo, pueden decirse muchas cosas de todos ellos que demuestran su dudosa naturaleza. Primero, mientas que muchos de los argumentos usados en el intento de sustentar estas varias afirmaciones pueden sonar bien en principio, hay una contradicción lógica inherente en todas ellas porque todas ellas proponen el esquema moral “correcto” – aquel que todos debemos seguir. Pero esto en sí mismo es absolutismo. Segundo, aún los autollamados relativistas rechazan el relativismo en la mayoría de los casos – ellos no dirían que un asesino o secuestrador está libre de culpa en tanto no viole sus propias normas. Tercero, el hecho mismo de que tenemos palabras tales como “correcto,” “incorrecto,” “deber,” “mejor,” etc., muestra que estas cosas existen. Si la moralidad fuera verdaderamente relativa, estas palabras no tendrían significado – diríamos, “Siento que eso es malo,” no “Eso está mal.”

Los relativistas pueden argumentar que diferentes valores entre diferentes culturas, muestran que la moral es relativa para diferente gente. Pero este argumento confunde las acciones de individuos (lo que hacen) con las normas absolutas (si es que debieran hacerlo). Si la cultura determina lo correcto y lo incorrecto, ¿cómo habríamos podido juzgar a los Nazis? Después de todo, ellos estaban siguiendo la moral de su cultura. Los Nazis hicieron mal, sólo si el asesinar está considerado universalmente incorrecto. El hecho de que ellos tuvieran “su moral,” no lo cambia. Más aún, aunque mucha gente tenga diferentes opiniones de la moralidad, aún así comparten una moral común. Por ejemplo, quienes están a favor y en contra del aborto, concuerdan en que el homicidio es incorrecto, pero difieren en si el aborto es o no homicidio. Así que aún aquí la moralidad universal absoluta demuestra que es una verdad.

Algunos afirman que situaciones cambiantes hacen cambios en la moralidad – en situaciones diferentes, diversos actos podrían ser calificados como incorrectos en otras situaciones. Pero hay tres cosas por las cuales debemos juzgar una acción: la situación, el acto, y la intención. Por ejemplo, podemos condenar a alguien por intento de homicidio (intento) aún si es que fallan (acto). Así que las situaciones son parte de la decisión moral, porque ellas disponen el contexto para elegir la acción moral específica (la aplicación de principios universales).

El argumento principal al que apelan los relativistas, es el de la tolerancia. Ellos afirman que el decirle a alguien que su moralidad es incorrecta, es intolerancia, y el relativismo tolera todas las perspectivas. Pero esto es simplemente un engaño. Primero que nada, el mal nunca debe ser tolerado. ¿Deberíamos tolerar la perspectiva de un violador de que las mujeres son objetos de gratificación para ser abusados? Segundo, es auto-contradictorio porque los relativistas no toleran la intolerancia o el absolutismo. Tercero, el relativismo no puede explicar por qué cualquiera deba ser tolerante en primer lugar. El hecho mismo de que debamos tolerar a la gente (aún cuando no estemos de acuerdo) está basado en una regla de moral absoluta por la que debemos siempre tratar justamente a la gente – pero ¡eso es nuevamente absolutismo! De hecho, sin principios morales universales, no puede haber bondad.

El hecho es que toda la gente nace con una conciencia y todos sabemos instintivamente cuando hemos hecho algo malo o cuando se lo hemos hecho a otros. Actuamos como si esperáramos que los demás lo reconocieran como algo bueno. Aún como niños, sabíamos la diferencia entre “justo” e “injusto.” Se necesita una mala filosofía para convencernos de que estamos equivocados.

¿Qué es el Día de los Muertos?

Pregunta: "¿Qué es el Día de los Muertos?"

Respuesta:
El Día de los Muertos es una fiesta celebrada en México y por los latinoamericanos que viven en los Estados Unidos y Canadá. Esta fiesta existe en conexión con las fiestas católicas que caen en el 1 y 2 de noviembre, el Día de Todos los Santos y el Día de los Difuntos. En el Día de los Muertos, más exactamente llamado el "culto a los muertos,” los amigos y familiares de los fallecidos se reúnen para orar por ellos y llevar a la tumba del difunto comidas favoritas, a menudo incluyendo las tradicionales “calaveras de azúcar " y el "pan de la muerte." Se crean altares privados en honor de los difuntos y se dan homenaje a ellos. Los orígenes de esta fiesta han sido trazados hace miles de años a un festival azteca dedicada a una diosa llamada Mictecacihuatl.

Aunque muchos de los que celebran el Día de los Muertos se llaman cristianos, no hay nada cristiano en tales prácticas. La celebración del Día de los Muertos por los paganos es una cosa, pero para los cristianos participar en o tolerarla no es bíblica, por decir lo menos. Ofrecemos esta respuesta en un espíritu de mansedumbre y respeto, orando que pueda advertir a los demás y equipar a los cristianos, para que puedan ser capaces de responder a aquellos sin esperanza y sin Cristo en el mundo (Efesios 2:12), cuando ellos nos piden dar una razón de la esperanza que está en nosotros (1 Pedro 3:15).

La fuerza que impulsa a la gente a participar en este evento impío es la falsa idea de que por medio de sus rituales y prácticas, ellos pueden comunicarse con sus familiares queridos difuntos, que ellos creen que participan en estas ceremonias. Esto simplemente no es verdad. Bíblicamente, hay un sólo “día” más que los muertos no arrepentidos pueden estar seguros de anticipar: el día en que se presentarán delante de Dios para el juicio final (Apocalipsis 20:11-15). Cuando un alma pasa a la eternidad, o bien entra en la bendita presencia del Señor, o sigue a la espera del juicio final antes de ser echado al infierno eterno. La Biblia dice que "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio" (Hebreos 9:27). Esto simple y claramente quiere decir que cuando una persona muere, el cuerpo se desintegra al polvo, pero el alma permanece consciente en el estado en que se habitará por toda la eternidad, ya sea la condenación en el infierno o la gloria eterna con Dios.

En el evangelio de Lucas, Jesús enseñó que Dios ha establecido un abismo infranqueable entre los que están en el cielo y los que están en tormento (Lucas 16:26). La palabra griega traducida "puesta" significa establecer o hacer firme. Cada alma que muere sin Cristo ha perdido toda esperanza. Los muertos no arrepentidos enfrentan una eternidad de sufrimiento indescriptible, la destrucción eterna, lejos de la presencia del Dios y la gloria de su poder. Jesús mismo dijo: "E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna" (Mateo 25:46). Antes de morir, los no arrepentidos disfrutan de la "gracia común" que Dios concede a todas las personas, el mal y el bien. Experimentan los olores, sabores y sonidos de la vida; ellos pueden caer en el amor y experimentar otras alegrías que forman parte de la vida. Pero el momento en que mueren sin Cristo, están aislados de tales bendiciones comunes para siempre. Tal como el pasaje citado más arriba enseña, después de la muerte viene el juicio. Además de la descomposición del cuerpo que sigue a la muerte (el cuerpo físico vuelve a sus elementos físicos constitutivos - "porque tú eres polvo y al polvo volverás" [Génesis 3:19]), cualquier otra empresa terrenal termina, y no puede haber más participación en las cosas de la vida (Eclesiastés 9:10). Los muertos no tienen sabiduría que ofrecer a quienes se les consultarán en el Día de los Muertos, ni son capaces de escuchar o responder a las oraciones que se les ofrece.

En el Día de los Muertos, cada celebrante que invoca las almas de los difuntos se involucra en un pecado abominable y sin sentido por completo (Deuteronomio 18:10-12). Sólo Uno es digno y lo suficientemente poderoso como para llamar a los muertos; Él llamará a estos a la resurrección de condenación (Juan 5: 28-29). Los que han muerto en Cristo, no están realmente muertos, ya que pasan inmediatamente a la presencia del Señor; la Biblia dice que "duermen." La muerte es sin duda gravosa a los que no tienen esperanza, que están sin Cristo (1 Tesalonicenses 4:13). No obstante, al que conoce al Señor se siente alentado por el conocimiento que así como Jesús murió y resucitó, así también, a través de Jesús, también traerá Dios con Jesús a los que duermen. Porque el mismo Señor Jesús “descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. "(1 Tesalonicenses 4:16-18). ¡Esta es la verdad real!

La Palabra de Dios nos advierte que no consultemos a espíritus y adivinos en Isaías 8:19: "¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?" Deuteronomio 18:10-11 nos dice que aquellos que consultan a los muertos son "abominables" delante del Señor. El hecho de que la UNESCO ha declarado el día de la Fiesta del Indio Muerto una “obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad" no altera el hecho de que, de acuerdo con las normas bíblicas, los cristianos no deben tener nada que ver con esos mitos (1 Timoteo 4:7, cf. 1:4). Según la UNESCO, las diversas manifestaciones del Día de los Muertos son "representaciones importantes del patrimonio vivo de América y el mundo"; sin embargo, con todo respeto debemos declarar las razones bíblicas por qué esta celebración tradicional es espiritualmente dañina y ofensiva. Cuando cualquier tradición o costumbre es contraria a la voluntad de Dios expresada en su Palabra, no puede haber ninguna justificación para honrar y preservar la misma. De hecho, aquellos que lo hacen son tontamente provocando la ira de Dios (2 Crónicas 33:6). Como ya hemos visto, la Biblia nos advierte no consultar (o dar audiencia) a los muertos, como ocurre a menudo en el Día de los Muertos. En pocas palabras, el pueblo de Dios debe separarse de tales prácticas pecaminosas, como se hace en el Día de los Muertos, y así evitar la ira que vendrá sobre aquellos que las hacen (Apocalipsis 18:4).

La misión principal de la iglesia es alcanzar a cada grupo étnico y cultura, y hacer discípulos, bautizándolos y enseñándoles a guardar todo lo que Cristo mandó (Mateo 28:19-20), hasta que cada miembro del cuerpo de Cristo se ha conformado a la imagen del Señor Jesús (Gálatas 4:19). Y mientras que haríamos bien en seguir el ejemplo del apóstol, convirtiéndose en todo para todo el pueblo, para que por todos los medios podamos salvar a algunos, esto no quiere decir que cambiemos el mensaje (el evangelio). Más bien, nos humillamos y confiamos en que Dios va a usar su Palabra no diluida para que la bendición de la salvación alcance a aquellos fuera de la fe (1 Corintios 9:22-23). Nosotros no nos permitimos una alteración creativa del evangelio para eliminar sus aspectos de confrontación, pero lo presentamos en su pureza, aunque sabemos que esto invariablemente ofenderá a algunos, y estos pueden acusar al evangelista veraz de ser intolerante. Esto no es sorprendente porque el Evangelio ha sido siempre una piedra de tropiezo para muchos.

El Día de los Muertos está en contraste con el evangelio de verdad que se encuentra en las Escrituras. Como tal, se lo debe evitar como una manifestación más de las mentiras de Satanás, que ronda “como león rugiente, buscando a quien devorar" (1 Pedro 5:8).