¿Cómo puedo prepararme para el matrimonio?

Pregunta: "¿Cómo puedo prepararme para el matrimonio?" Respuesta:

La manera bíblica de prepararte para el matrimonio es la misma que la que uno debe hacer para cualquier etapa en la vida. Es el principio que debe gobernar todos los aspectos de nuestras vidas como creyentes nacidos de nuevo. Ese principio es: “...Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.” (Mateo 22:37)

Este no es un mandamiento que debería tomarse a la ligera. Es la pieza central de nuestras vidas como creyentes. Es elegir concentrarnos en Dios y Su Palabra, ocupándonos primeramente de todo nuestro corazón y toda nuestra alma y toda nuestra mente, en las cosas que complacen a Dios. La relación que tenemos con Dios a través del Señor Jesucristo, es el factor que pone en perspectiva todas las demás relaciones. La misma relación matrimonial está basada sobre el modelo de Cristo y la iglesia (Efesios 5:22-33). Cada aspecto de nuestras vidas está gobernado por nuestro compromiso como creyentes de caminar y vivir de acuerdo a “así dice el SEÑOR”. Nuestra obediencia a Dios y Su Palabra nos provee del equipo necesario para cumplir con el papel que Dios nos ha dado y ordenado en nuestro matrimonio y por supuesto nuestro papel en el mundo. Y el papel de cada creyente nacido de nuevo es el glorificar a Dios en todas las cosas (1 Corintios 10:31).

Así que entonces, mi respuesta para ti es que para prepararte para el matrimonio, camines como es digno de tu llamamiento en Cristo Jesús, convirtiéndolo en una relación íntima con Dios a través de Su Palabra. Enfócate en obedecerle en todas las cosas. El aprender a caminar en obediencia a Dios no es un simple aprendizaje del ABC. Es una elección diaria el dejar de lado los puntos de vista mundanos y elegir en su lugar el seguir el punto de vista de Dios. Caminar dignamente en Cristo, es rendirse uno mismo en humildad al único Camino, la única Verdad y la única Vida, día a día y momento a momento. Esa es la preparación que cada creyente necesita para estar listo para este gran regalo que llamamos vida.

La persona que es espiritualmente madura y camina con Dios, es la que está más preparada para el matrimonio que ninguna otra. El matrimonio demanda compromiso, pasión, humildad, amor y respeto. Estas características son más evidentes en una persona que tiene una íntima relación con Dios. Mientras te preparas para el matrimonio, concéntrate en permitirle a Dios conformarte y moldearte en el hombre o la mujer que Él quiere que seas. Si te sujetas a Dios, ¡Él te capacitará para estar listo para el matrimonio cuando llegue ese día maravilloso!

¿Cuál es el nivel apropiado de intimidad antes del matrimonio?

Pregunta: "¿Cuál es el nivel apropiado de intimidad antes del matrimonio?" Respuesta:

Efesios 5:3 nos dice, “Pero fornicación y toda inmundicia,.... ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos.” Cualquier cosa que aún “sugiera” inmoralidad sexual, es inapropiada para un cristiano. La Biblia no nos da una “lista” de lo que califica como una “sugerencia” o nos dice específicamente las actividades físicas aprobadas que una pareja pueda hacer antes del matrimonio. Sin embargo, sólo porque la Biblia no señala específicamente este punto – no significa que Dios apruebe la actividad sexual “pre-matrimonial”. Esencialmente, la “estimulación erótica” tiene el propósito de “prepararte” para el sexo. Entonces, lógicamente, este tipo de “estimulación” debe ser restringida únicamente a las parejas casadas. Cualquier cosa que pueda ser considerada como “excitación erótica” debe ser evitada antes del matrimonio (no es necesario ser tan específicos aquí).

Cualquiera y todas las actividades sexuales deben estar restringidas a las parejas casadas. ¿Qué puede hacer una pareja que aún no está casada? Una pareja aún soltera debe evitar cualquier actividad que los provoque hacia el sexo, que dé la apariencia de inmoralidad, o que pueda ser considerada como “estimulación erótica”. Yo, personalmente, aconsejaría seriamente a una pareja que no vaya más allá de tomarse las manos, abrazarse y besarse muy ligeramente antes del matrimonio. Para una pareja casada, entre más tengan para compartir exclusivamente entre ellos, hará que su relación sexual en el matrimonio llegue a ser más especial y única.

¿Qué dice la Biblia acerca del sexo antes del matrimonio / relaciones prematrimoniales?

Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del sexo antes del matrimonio / relaciones prematrimoniales?" Respuesta:

Junto con todos los otros tipos de inmoralidad sexual, el sexo antes del matrimonio / las relaciones prematrimoniales son condenados repetidamente en la Escritura (Hechos 15:20; Romanos 1:29; 1ª Corintios 5:1; 6:13, 18; 7:2, 10:8; 2ª Corintios 12:21; Gálatas 5:19; Efesios 5:3; Colosenses 3:5; 1ª Tesalonicenses 4:3; Judas 7). La Biblia promueve la abstinencia antes del matrimonio. El sexo antes del matrimonio es tan malo como el adulterio y otras formas de inmoralidad sexual, porque todos ellos involucran tener sexo con alguien con quien no se está casado. El sexo entre un esposo y su esposa es la única forma de relación sexual que Dios aprueba (Hebreos 13:4).

El sexo antes del matrimonio se ha vuelto tan común por muchas razones. A menudo nos concentramos en el aspecto de “recreación” del sexo, sin reconocer el aspecto de “re-creación”. Sí, el sexo es agradable. Dios lo diseñó de esa manera. El quiere que los hombres y las mujeres disfruten de la actividad sexual (dentro de los límites del matrimonio). Sin embargo, el propósito primario del sexo no es el placer, sino más bien la reproducción. Dios no declaró ilegal el sexo fuera del matrimonio para quitarnos el placer, sino para protegernos de embarazos no deseados y de niños nacidos de padres que no los desean o no están preparados para ellos. Imagínense cuán mejor sería nuestro mundo si fuera seguido el patrón de Dios para el sexo: menos transmisión de enfermedades sexuales, menos madres solteras, menos embarazos no deseados, menos abortos, etc. La abstinencia es la única norma de conducta de Dios cuando se trata del sexo antes del matrimonio. La abstinencia salva vidas, protege a los bebés, da el valor adecuado a las relaciones sexuales, y lo más importante, honra a Dios.

¿Qué dice la Biblia acerca del matrimonio interracial?

Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca del matrimonio interracial?" Respuesta:

La ley del Antiguo Testamento ordenaba a los israelitas no comprometerse en un matrimonio interracial (Deuteronomio 7:3-4). La razón era que los israelitas serían desviados de en pos de Dios si se casaban con adoradores de ídolos, paganos, o bárbaros. Un principio similar se expone en el Nuevo Testamento, pero a un nivel muy diferente. “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (2ª Corintios 6:14). Es justo como a los Israelitas (creyentes en el único Dios verdadero), que se les ordenó que no se casaran con incrédulos. La respuesta a esta pregunta, específicamente es no, la Biblia no dice que el matrimonio interracial está mal.

Una persona debería ser juzgada por su naturaleza, no por el color de la piel. Todos deberíamos ser cuidadosos de no mostrar favoritismos, tampoco ser prejuiciosos o racistas con otros (Santiago 2:1-10, vea especialmente los versículos 1 y 9). El estándar de un hombre o una mujer cristianos para seleccionar un compañero, siempre debería ser tomar en cuenta si la persona en la que están interesados es cristiana (2ª Corintios 6:14), alguien nacida de nuevo por la fe en Jesucristo (Juan 3:3-5). El estándar bíblico para escoger un cónyuge es la fe en Cristo, no el color de la piel. El matrimonio interracial no es cuestión de decir que esto es correcto o erróneo, sino que es un asunto de sabiduría, discernimiento y oración.

La única razón por la que el matrimonio interracial debería ser considerado cuidadosamente, es por las dificultades que podría experimentar una pareja de razas diferentes, a causa del grado de aceptación de parte de los que le rodean. Muchas parejas interraciales experimentan discriminación y burla, a veces aún de sus propias familias. Algunas parejas interraciales experimentan dificultades cuando sus hijos tienen tonos de piel diferentes al de los padres y/o hermanos. Una pareja interracial necesita tomar en consideración estas cosas y estar preparada, antes de tomar la decisión de casarse. Nuevamente, la única restricción bíblica puesta sobre un cristiano con respecto al matrimonio, es si la otra persona es un miembro del Cuerpo de Cristo.

¿Está bien que un(a) cristiano(a) sea novio(a) o se case con un(a) no cristiano(a)?

Pregunta: "¿Está bien que un(a) cristiano(a) sea novio(a) o se case con un(a) no cristiano(a)?" Respuesta:

2 Corintios 6:14 declara, “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” Mientras que este pasaje no menciona específicamente el matrimonio, definitivamente contiene implicaciones para el matrimonio. El pasaje sigue diciendo, “¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo; Habitaré y andaré entre ellos y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor. Y no toquéis lo inmundo; y Yo os recibiré.” (2 Corintios 6:15-17)

La Biblia continúa diciendo, “No se dejen engañar: Las malas compañías corrompen las buenas costumbres.” (1 Corintios 15:33 NVI) El tener cualquier clase de relación íntima con un no creyente puede rápida y fácilmente convertirse en algo que sea un obstáculo en tu caminar con Cristo. Somos llamados a evangelizar a los perdidos, no a intimar con ellos. No hay nada de malo en hacer amistades de calidad con los incrédulos – pero eso es lo más lejos que podemos ir. Si estás saliendo con un incrédulo, honestamente ¿cuál sería tu prioridad? ¿El romance o ganar su alma para Cristo? Si estuvieras casado(a) con un no creyente, ¿cómo podrían los dos cultivar una intimidad espiritual en su matrimonio? ¿Cómo se podría construir un buen matrimonio si están en desacuerdo con respecto al punto más crucial en el universo – El Señor Jesucristo?

¿Qué dice la Biblia acerca de las citas y el noviazgo?

Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca de las citas y el noviazgo?" Respuesta:

Aunque las palabras “citas” y “noviazgo” no se encuentran en la Biblia, nos son dados algunos principios por los que los cristianos deben regirse durante el tiempo anterior al matrimonio. La primer cosa que debemos considerar es que debemos separarnos del punto de vista que tiene el mundo sobre las citas, porque la visión de Dios contradice la del mundo (2 Pedro 2:20). La sociedad nos dice que debemos tener tantas citas como queramos, pasando por tantas personas como sea posible. En vez de eso, debemos descubrir con qué clase de persona estamos entablando una relación antes de hacer un compromiso. Debemos saber si la persona ha nacido de nuevo en el Espíritu de Cristo (Juan 3:3-8), y si comparte el mismo deseo de ser como Cristo era (Filipenses 2:5) ¿Por qué es esto importante para encontrar una pareja? Una persona cristiana debe tener cuidado de no casarse con un incrédulo (2 Corintios 6:14-15), porque esto puede debilitar su relación con Cristo, o comprometer su moral y estándares.

Cuando uno está comprometido en una relación con alguien, es importante recordar el amar al Señor por sobre cualquier otra persona (Mateo 10:37). El decir o creer que la otra persona es tu “todo” o que es la cosa más importante en tu vida es idolatría, lo cual es pecado (Gálatas 5:20, Colosenses 3:5). Además, no mancilles tu cuerpo teniendo relaciones pre-matrimoniales (1 Corintios 6:9; 2 Timoteo 2:22). La inmoralidad sexual no es solamente un pecado contra Dios, sino contra tu propio cuerpo (1 Corintios 6:18). Es importante amar y honrar a otros como a ti mismo (Romanos 12:9-10), y esto ciertamente es una verdad tanto para el noviazgo como para la relación matrimonial. El seguir estos principios bíblicos es la mejor manera de tener una base segura para el matrimonio. Es una de las decisiones más importantes que tú harás jamás, porque cuando dos personas se casan, ellos se funden uno en el otro y se vuelven una sola carne, lo cual debe ser permanente e inseparable (Génesis 2:24; Mateo 19:5).

¿Está mal que una pareja “conviva” o viva junta antes de estar casados?

Pregunta: "¿Está mal que una pareja “conviva” o viva junta antes de estar casados?" Respuesta:

La respuesta a esta pregunta depende de lo que signifique “vivir juntos”. Si significa tener relaciones sexuales – definitivamente es pecado. El sexo pre-matrimonial es repetidamente condenado en la Escritura, junto con otras formas de inmoralidad sexual (Hechos 15:20; Romanos 1:29; 1 Corintios 5:1; 6:13,18; 7:2; 10:8; 2 Corintios 12:21; Gálatas 5:19; Efesios 5:3; Colosenses 3:5; 1 Tesalonicenses 4:3; Judas 7). La Biblia promueve la completa abstinencia fuera (y antes) del matrimonio. El sexo pre-matrimonial es tan malo como el adulterio y otras formas de inmoralidad sexual, porque todas ellas implican el tener relaciones sexuales con alguien con quien no estás casado(a).

Si el “vivir juntos” significa vivir en la misma casa, es tal vez una situación diferente. Finalmente, no hay nada de malo en que un hombre y una mujer vivan en la misma casa – Si no está ocurriendo algo inmoral. Sin embargo, surge el problema de que existe la apariencia de inmoralidad (1 Tesalonicenses 5:22; Efesios 5:3) y es una tremenda tentación para cometer inmoralidad. La Biblia nos dice que huyamos de la inmoralidad, que no nos expongamos a sus constantes tentaciones (1 Corintios 6:18). Luego está el problema de las apariencias. Aunque el vivir en la misma casa no es un pecado en sí mismo, la apariencia del pecado está presente. La Biblia nos dice que nos abstengamos de toda especie de mal (1 Tesalonicenses 5:22; Efesios 5:3), que huyamos de la inmoralidad y no causemos que alguien tropiece o sea ofendido. Como resultado, no honra a Dios el que una pareja viva junta antes del matrimonio.

¿Cómo puedo saber si estoy enamorado?

Pregunta: "¿Cómo puedo saber si estoy enamorado?" Respuesta:

Nuestra naturaleza humana nos indica que el amor no es más que una emoción. Hacemos decisiones basados en nuestras emociones, y aún nos casamos porque nos sentimos “enamorados”. Esta es la razón por la que la mitad de todos los primeros matrimonios terminan en divorcio. La Biblia nos enseña que el verdadero amor no es una emoción que pueda ir y venir, sino una decisión. No debemos amar sólo a quienes nos aman, sino que debemos amar aún a aquellos que nos odian, de la misma manera en que Cristo ama a los ingratos y malos (Lucas 6:35). “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios 13:4-7).

Puede ser muy fácil enamorarse de alguien, pero hay algunas preguntas que debes hacerte a ti mismo antes de decidir si tu “radar del amor” te está guiando en la dirección correcta. Primero, ¿esta persona es cristiana?, queriendo decir con eso que sí, le entregó su vida a Cristo y confió únicamente en Él para su salvación. También, si alguien está considerando entregar su corazón y emociones a una persona, deben preguntarse a sí mismo si está dispuesto a poner a esa persona por encima de la demás gente, y poner la relación, una vez casados, en segundo lugar sólo después de Dios. La Biblia nos dice que cuando dos personas se casan, se convierten en una sola carne (Génesis 2:24; Mateo 19:5).

Otra cosa que uno debe considerar es, si esa persona es un buen candidato para convertirse en la posible pareja. ¿Ha puesto ya a Dios como lo primero y más importante en su vida? ¿Está dispuesto(a) a dar su tiempo y energía para ayudar a que la relación y quizá el matrimonio dure para toda la vida? ¿Es alguien que querría casarse? No existe un medidor para determinar cuándo estamos enamorados de alguien, pero es importante discernir si estamos siguiendo nuestras primitivas emociones o siguiendo la voluntad de Dios para nuestras vidas.

¿Existe tal cosa como almas gemelas? ¿Tiene Dios a una persona específica para casarse contigo?

Pregunta: "¿Existe tal cosa como almas gemelas? ¿Tiene Dios a una persona específica para casarse contigo?" Respuesta:

La Biblia no indica que haya un esposo(a) específico elegido para cada persona. Es imposible para nosotros llegar a comprender totalmente los caminos de Dios. Sabemos que Él nos conoce aún antes de que naciéramos. “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué; te di por profeta a las naciones.” (Jeremías. 1:5). Él sabe las decisiones que vamos a tomar, y conoce si nos volveremos a Él o no (Romanos 8:29-30). El conoce el número de los cabellos de nuestra cabeza (Mateo 10:30). Si nos entregamos a Dios y buscamos Su guía, Él promete dirigirnos. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.” (Proverbios 3:5-6).

Con frecuencia la gente toma decisiones contra la voluntad de Dios – tanto cristianos como no cristianos. Por eso, si Dios planeó para nosotros estar sólo con una persona, y perdemos esa oportunidad, entonces el plan para nuestra vida estaría arruinado. Pero la Biblia dice que aún el más “insensato” plan de Dios es mucho más sabio que el más astuto plan que un humano pudiera concebir (1 Corintios 1:25), lo que significa que Su plan no puede ser echado a un lado. Cuando decidimos elegir el seguir a Dios, yo creo que Él pondrá en nuestro camino a la gente correcta y las situaciones adecuadas, que nos transformarán en las personas que Él quiere que seamos. Aún si un cristiano se casa con un no cristiano, Dios tiene el poder para obrar milagros y cambiar la vida de esa persona. Nosotros, como humanos, nos enredamos en las situaciones más complicadas, pero Dios en Su infinita sabiduría y gracia, puede sacarnos de ellas si lo buscamos a Él.

Aunque hoy en día casi todos se casan, no es la voluntad de Dios el que todos lo hagan. Pablo dijo, “Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.” (1 Corintios 7:7) Ninguna de las decisiones es mejor que la otra. Obviamente Dios no querría que todos fueran solteros, porque esto significaría Su decisión por acabar con la población mundial. Y Él no quiere que todos estén casados, porque algunas personas simplemente viven mejor solas. Todos nosotros servimos a Dios en diferentes maneras, pero cualquiera que esta sea, Dios quiere ser el centro de nuestras vidas. Si buscamos Su dirección, Él nos guiará hacia el camino que Él quiere que sigamos y bendecirá nuestras vidas para hacer Su obra.

¿Qué debo buscar en un esposo?

Pregunta: "¿Qué debo buscar en un esposo?" Respuesta:

Cuando una mujer cristiana está en busca de un esposo, la principal cualidad que debe buscar en un hombre es que sea “conforme al corazón de Dios” (Hechos 13:22). La relación más importante que cualquiera de nosotros pueda tener, es nuestra relación personal con el Señor Jesucristo. Esa relación está por encima de cualquier otra. Si nuestra relación vertical con el Señor, está basada en la gracia de día en día, entonces, nuestras relaciones horizontales reflejarán esa realidad. Por lo tanto, un esposo en potencia deberá ser un hombre que esté enfocado en caminar en obediencia a la Palabra de Dios y quien busque vivir de tal manera que su vida traiga gloria a Dios (1 Corintios 10:31).

¿Qué otras cualidades deben buscarse? El apóstol Pablo nos proporciona una gran fuente de información para conocer las cualidades que debemos buscar en un esposo, en 1 Timoteo capítulo 3. En este pasaje están las cualidades requeridas para un anciano / pastor / obispo / diácono en el cuerpo de la iglesia. Sin embargo, estas cualidades deben estar presentes en las vidas de cualquier hombre que camine “conforme al corazón de Dios.” Las cualidades pueden ser parafraseadas de la siguiente manera: Este hombre debe ser paciente y controlado en su comportamiento, no lleno de orgullo, sino de una sobria actitud mental, capaz de controlar sus emociones, mostrando amabilidad hacia los demás, capaz de enseñar con paciencia, no dado a la embriaguez o al uso incontrolado de cualquiera de los dones de Dios, no propenso a la violencia, no demasiado enfocado en los detalles de la vida, sino enfocado en Dios, no un hombre que sea propenso a violentarse, o a ser demasiado sensible que se ofenda con facilidad, sino uno que sea agradecido por lo que Dios le ha dado, en vez de envidiar los dones que otros han recibido.

En otras palabras, lo que tenemos aquí, es la descripción de un hombre que está activamente comprometido en el proceso de convertirse en un creyente maduro. Ese es el tipo de hombre que una mujer debe buscar como un esposo en potencia. Sí, la atracción física, los intereses similares, las cualidades y debilidades complementarias, el deseo de tener hijos, etc., son cosas a considerar. Sin embargo, estas cosas deben tomar un papel secundario a las cualidades espirituales que una mujer debe buscar en un hombre. Un hombre en quien puedas confiar, respetar, y seguir en el camino de la piedad, es de mucho más valor, que un hombre de buena apariencia, fama, poder o dinero.

Finalmente, cuando “se busca” un esposo, debemos tener en mente que todo está sujeto a la voluntad de Dios en nuestras vidas. Mientras descansamos en la provisión de Dios para nosotros, Él traerá a nuestras vidas oportunidades y pruebas. No todas las cosas que parecen oportunidades son buenas, y no todas las pruebas son malas. Es la oportunidad para descansar en la gracia de Dios en cualquier situación que se presente. Toda mujer desea encontrar a su “príncipe azul,” pero la realidad es que probablemente se casará con un hombre con tantas fallas como tiene ella. Entonces por la gracia de Dios, ellos pasarán el resto de sus vidas juntos, aprendiendo cómo ser compañeros, y servirse uno al otro. Debemos entrar a la segunda relación más importante de nuestras vidas (el matrimonio), no bajo una nube emocional, sino con ojos bien abiertos. Nuestra relación más importante, con nuestro Señor y Salvador, debe ser el centro de nuestras vidas.

¿Qué debo buscar en una esposa?

Pregunta: "¿Qué debo buscar en una esposa?" Respuesta:

La relación más importante que puede tener un hombre, aparte de su relación espiritual con Dios a través del Señor Jesucristo, es su relación con su esposa. En el proceso de búsqueda de una esposa, el principio más importante es buscar a una mujer con una fe personal en Jesucristo. El apóstol Pablo nos dice que “no nos unamos en yugo desigual” con los incrédulos (2 Corintios 6:14). A menos que un hombre y una mujer estén en completo acuerdo acerca de este punto tan crucial, no podrá llegar a ser un buen matrimonio.

Sin embargo, casarse con una novia creyente, no garantiza la plena experiencia de estar “unidos en yugo igual.” El hecho de que una mujer sea cristiana, no significa que necesariamente ella sea espiritualmente una buena pareja para ti. ¿Tiene ella las mismas metas espirituales que tú? ¿Tiene ella las mismas creencias doctrinales que tú? ¿Tiene ella la misma pasión por Dios que tú? La pregunta de qué cualidades buscar en una esposa en potencia es de crucial importancia. Muchos hombres se casan sólo por una atracción física o emocional, y eso puede ser la receta para el fracaso.

El Señor pidió de Israel, “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amos 3:3). Esto es lo ideal, pero la realidad es que las parejas casadas no siempre están de acuerdo. Sin embargo, podemos coincidir o discrepar dentro de la estructura del orden de Dios. Por tanto, es importante adoptar una clara actitud mental acerca de nuestras expectativas y de la comunicación mutua acerca de esto, y esto debe darse antes y no después del matrimonio.

¿Cuáles son algunas cualidades piadosas que un hombre puede buscar en una esposa? La Escritura nos da algunos principios que podemos usar para crear una imagen de una mujer con potencial para esposa. Primeramente, ella debe estar entregada a su propia relación espiritual con el Señor. El apóstol Pablo nos dice de la esposa, que ella debe estar sujeta a su esposo, tanto como al Señor (Efesios 5:22-24). Si una mujer no está sujeta al Señor, tampoco juzgará necesario estar sujeta a su esposo para su propio bienestar espiritual. No podemos llenar las expectativas de nadie más sin primeramente permitir al Señor llenarnos con Él Mismo. Una mujer con Dios como el centro de su vida, es una buena candidata para esposa.

El apóstol Pablo también nos da algunas cualidades características para una mujer, en sus instrucciones acerca de los requerimientos que debe tener un líder de la iglesia (1 Timoteo 3). Encontramos esas cualidades en 1 Timoteo 3:11 “Las mujeres asimismo sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo.” En otras palabras, esta es una mujer que no es demasiado orgullosa, que sabe cuándo hablar y cuándo permanecer en silencio, y que es capaz de ocupar confiadamente su lugar junto a su esposo. Ella es una mujer cuya prioridad se enfoca en su relación con el Señor y su propio crecimiento espiritual.

Las responsabilidades del matrimonio son mayores para el esposo, porque en el orden del Señor, lo colocó a él como cabeza de su esposa y su familia. Este liderazgo es ilustrado por la relación entre Cristo y la iglesia (Efesios 5:25-33). Es una relación basada en el amor. Como Cristo amó a la iglesia y se entregó a Sí Mismo por ella, el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. Por lo tanto, la relación personal espiritual del hombre con el SEÑOR es de suprema importancia para el éxito en su matrimonio y su familia. La disposición a sacrificarse y la fortaleza para elegir ser un siervo para el beneficio de su matrimonio, son las marcas de un hombre espiritualmente maduro que honran a Dios. Es importante elegir sabiamente a una esposa, basándose en las cualidades bíblicas, pero de igual importancia es el crecimiento espiritual del hombre mismo y su sujeción a la voluntad de Dios en su vida. Un hombre con sus ojos puestos en Dios y que busca ser el hombre que Dios quiere que sea, estará capacitado para ayudar a su esposa a ser la mujer que Dios desea que ella sea, y tendrá la capacidad para construir el matrimonio en la unidad que Dios, él, y su esposa desean ser.

¿Se supone que debemos buscar activamente un(a) esposo(a), o esperar que Dios nos los traiga?

Pregunta: "¿Se supone que debemos buscar activamente un(a) esposo(a), o esperar que Dios nos los traiga?" Respuesta:

La respuesta a ambas preguntas es sí. Como cristianos, una vez que hemos decidido que “es tiempo” de buscar un(a) esposo(a), debemos comenzar el proceso con oración. El primer paso, es entregarnos a la voluntad de Dios para nuestras vidas. Muchas Escrituras nos dicen que esto es el punto más importante. “Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.” (Salmo 37:4). Deleitarse en el Señor significa que encontremos placer en conocerlo y hacer Su voluntad, y confiar en que a su vez, Él se deleita en nosotros cuando lo obedecemos. Él pondrá Sus deseos en nuestro corazón y en esta situación, y eso significa desear para nosotros el tipo de esposo(a) que Él desee que tengamos y quien Él sabe que nos deleitará en el futuro. Proverbios 3:6 nos dice “Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas.” Reconocerlo a Él en la búsqueda de un(a) esposo(a), significa someterse a Su soberana voluntad y decirle que tú quieres cualquier cosa que Él decida que es lo mejor para ti.

Después de encomendarnos a la voluntad de Dios, necesitamos tener claras las características de un buen esposo o esposa, y buscar a alguien que se adapte a este nivel espiritual. Primeramente es importante tener una clara comprensión de estas cualidades, para después buscar a alguien que se ajuste a ellas. El “enamorarse” de alguien para luego descubrir que él/ella no está espiritualmente calificado(a) para ser nuestro(a) compañero(a) es acarrearnos penas y colocarnos en una posición muy difícil.

En este punto podemos comenzar a buscar activamente una esposo/esposa, mientras que entendamos que Dios lo/la traerá a nuestras vidas a lo largo de este proceso de búsqueda, de acuerdo a Su tiempo y perfecta voluntad. Si oramos, Dios nos guiará a la persona que Él tiene para nosotros. Si esperamos por Su tiempo, nos será concedida la persona que se ajuste mejor a nuestra formación, personalidad y deseos. Debemos confiar en Él y Su tiempo (Proverbios 3:5), aún cuando Su tiempo no sea nuestro tiempo. A veces Dios llama a gente a permanecer soltera (Mateo 19:12), pero en esas situaciones Él lo manifiesta claramente, al quitar en ellos el deseo de casarse. El tiempo de Dios es perfecto, y con fe y paciencia, recibiremos Sus promesas (Hebreos 6:12).

¿Qué tan joven es ser demasiado joven para tener una relación romántica?

Pregunta: "¿Qué tan joven es ser demasiado joven para tener una relación romántica?" Respuesta:

Qué tan joven es ser “demasiado joven” para iniciar una relación, depende del nivel individual, la madurez, metas y creencias. Entre más jóvenes, menos maduros somos, debido a la falta de experiencia en la vida. Cuando apenas comenzamos a descifrar quienes somos, no podemos tener la suficiente firmeza espiritual, necesaria para formar lazos románticos y puede haber más propensión a tomar decisiones poco inteligentes, que pueden dejarnos con un daño emocional, físico, psicológico y espiritual.

El estar en una relación, lo pone a uno en una tentación casi constante, especialmente mientras las emociones comienzan a desarrollarse y la atracción hacia la otra persona se profundiza. Los jóvenes adolescentes –aún los jóvenes adultos– están rodeados por presiones hormonales y sociales que a veces parecen casi insoportables. Cada día trae nuevos sentimientos–dudas, temores, y confusión aunados a alegrías y exaltación– lo que puede resultar muy confuso. La gente joven pasa mucho de su tiempo sólo imaginándose quiénes son y cómo se relacionan con el mundo y con la gente alrededor de ellos. Aumentar la presión de una relación en esta etapa casi parece demasiado pedir, especialmente cuando la otra persona está experimentando el mismo trastorno. Tales relaciones tempranas hacen más difícil evitar el daño a la delicada y aún en formación auto-estima, sin mencionar el problema de resistir la tentación. Si el tener en mente el matrimonio está aún lejos, es probable que sea demasiado temprano para comenzar un noviazgo o compromiso. Resulta mucho más seguro para todos los interesados, tener actividades de grupo donde la gente joven pueda desarrollar habilidades sociales y amistades sin la presión e inherentes dificultades de las ataduras románticas.

Tristemente, algunas personas –aún cristianos profesantes– ceden a la tentación sexual mientras aún están en la adolescencia. La Biblia nos dice que cualquier clase de sexo antes del matrimonio es pecado (Mateo 15:19; 1 Corintios 6:13; Efesios 5:3). La Biblia nos advierte que huyamos de los pecados sexuales, porque a veces es necesario correr para resistir (1 Corintios 6:18). Los versos siguientes, en el capítulo 6:19-20, continúan diciendo, “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio, glorificad pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” Cualquier clase de actividad sexual fuera del matrimonio es no honrar a Dios con nuestros cuerpos.

Sin importar cuando una persona decida comenzar una relación romántica, este debe ser un tiempo para construir los cimientos en la fe que les ha sido enseñada, creciendo y buscando lo que Dios quiere que ellos hagan. Nunca somos demasiado jóvenes para comenzar este excitante proceso. “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.” (1 Timoteo 4:12)

¿Cómo sabré cuando haya encontrado a quien Dios haya elegido para mí?

Pregunta: "¿Cómo sabré cuando haya encontrado a quien Dios haya elegido para mí?" Respuesta:

La Biblia no enseña cómo encontrar “al (a la) esposo(a) perfecto(a),” tampoco es tan específica como quisiéramos en el aspecto de encontrar a la pareja ideal para el matrimonio. Ni siquiera nos dice que Dios ha elegido a una persona específica para el matrimonio de cada uno de nosotros. Lo que nos dice la Palabra de Dios es que nos aseguremos de no unirnos en yugo desigual con los incrédulos (2 Corintios 6:14-15), y esto es especialmente cierto en el matrimonio. Primera de Corintios 7:39 nos recuerda que cuando somos libres para casarnos, debemos hacerlo sólo con aquellos que son aceptables ante Dios – en otras palabras, con cristianos. Más allá de esto, la Biblia guarda silencio acerca de cómo casarnos con la persona “correcta.”

Así que ¿por qué Dios no nos dice lo que debemos buscar en un(a) compañero(a)? ¿Por qué no tenemos más especificaciones acerca de un asunto tan importante? La verdad es que la Biblia es tan clara en lo que es un cristiano y cómo debemos comportarnos, que no son necesarias las especificaciones. Se supone que los cristianos deben ser de un mismo parecer acerca de los asuntos importantes, y si dos cristianos se han comprometido a su matrimonio y a obedecer a Cristo, ellos ya poseen los ingredientes necesarios para el éxito. Sin embargo, por razón de que nuestra sociedad ahora se encuentra inundada con toda clase de personas que profesan “el Cristianismo,” sería prudente usar el discernimiento antes de que una persona se avoque al compromiso de por vida del matrimonio. Una vez que se han identificado las prioridades de la pareja en prospecto –si él o ella están verdaderamente comprometidos en seguir a Cristo– entonces las especificaciones son más fáciles de identificar y manejar.

Primero, antes de casarse, una persona debe asegurarse de que él o ella está listo para el matrimonio. Debe tener suficiente madurez para ver más allá del aquí y ahora y estar dispuesto a comprometerse para unirse con esa otra persona para el resto de su vida. También reconocer que el matrimonio requiere de sacrificio y generosidad. Antes de casarse, la pareja debe estudiar los papeles y obligaciones del esposo y la esposa, que pueden encontrar en Efesios 5:22-31, 1 Corintios 7:1-16, Colosenses 3:18-19, Tito 2:1-5, y 1 Pedro 3:1-7.

Una pareja debe asegurarse de conocerse uno al otro por un período de tiempo suficiente, antes de hablar de matrimonio. Deben vigilar cómo reacciona la otra persona ante diferentes situaciones, cómo se comporta con sus familias y amigos, y con qué clase de personas se junta. El comportamiento de una persona es grandemente influenciado por quiénes socializan con ella (1 Corintios 15:33). Ambos deben estar de acuerdo en temas tales como moralidad, finanzas, valores, hijos, asistencia a la iglesia y su involucramiento, relaciones con los suegros, y –para las mujeres– el trabajar fuera de casa. Estas son áreas potenciales de conflicto en el matrimonio y deben ser cuidadosamente consideradas antes del matrimonio.

Finalmente, cualquier pareja que esté considerando casarse, debe asistir primeramente a consejería pre-marital con su pastor u otro consejero cristiano capacitado para ello. Ahí ellos conocerán las invaluables herramientas para construir su matrimonio sobre un cimiento de fe en Cristo, y también aprenderán cómo enfrentar los inevitables conflictos que se presenten. Después de que todos estos criterios han sido cubiertos, la pareja está lista para decidir devotamente, si desean unirse en matrimonio. Si están sinceramente buscando la voluntad de Dios, Él dirigirá sus caminos (Proverbios 3:5-6).

¿Cuándo es el tiempo adecuado para casarse?

Pregunta: "¿Cuándo es el tiempo adecuado para casarse?"

Respuesta:
El tiempo adecuado para casarse es diferente para cada persona y único para cada situación. Los niveles de madurez y la experiencia de la vida son factores variables. Algunas personas están listas para el matrimonio a los 18 años, y algunas jamás están preparadas para ello. Al buscar a través de la páginas del directorio, y ver anuncios que dicen “¡Divorcios – $2,000.00!” es obvio que mucha de nuestra sociedad no apreció el matrimonio como un compromiso perdurable. Sin embargo, esta es la opinión del mundo, la cual usualmente contradice a la de Dios (1 Corintios 3:18).

Para un matrimonio exitoso, es imperativo contar con un fuerte cimiento, y éste debe establecerse aún antes de comenzar a tener citas o cortejar al compañero en potencia para toda la vida. Nuestro caminar cristiano debe incluir mucho más que sólo asistir a la iglesia los domingos y asistir a un estudio bíblico. Debemos tener una relación personal con Dios que se da sólo a través de la confianza y la obediencia a Jesucristo. Debemos educarnos a nosotros mismos acerca del matrimonio, buscando la visión de Dios para él, antes de lanzarnos. Una persona debe saber lo que dice la Biblia acerca del amor, el compromiso, las relaciones sexuales, el papel del esposo y la esposa, y las expectativas de Dios para nosotros antes de comprometernos para el matrimonio. También es importante tener al menos a una buena pareja de cristianos casados como modelo. Ellos pueden responder a nuestras preguntas acerca de factores que conducen a un matrimonio exitoso, la manera de crear la intimidad (más allá del aspecto físico), de qué manera es su fe algo invaluable en sus vidas, etc.

Antes de considerar el matrimonio, una pareja debe primeramente asegurarse de que no estén unidos en yugo desigual, significando que uno sea un creyente y el otro no. Segunda de Corintios 6:14-15 dice, “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?” Porque un cristiano que se casa voluntariamente con un incrédulo, no solamente peca, sino que incurre en un grave error que él o ella inevitablemente lamentará. Los cristianos son miembros de la familia de Dios, y los incrédulos son enemigos de Dios (Colosenses 1:19-22). La gente está ya sea bajo el control de Dios o de Satanás, y estas dos fuerzas no pueden convivir juntas en armonía (Hechos 26:18).

Una pareja en prospecto de matrimonio, también necesita asegurarse de conocerse bien uno al otro. Deben conocer las opiniones del otro sobre el matrimonio, finanzas, suegros, crianza de los niños, disciplina, deberes del esposo y la esposa, si alguno de los dos, o ambos estarán trabajando fuera de casa, y deben conocer el nivel de madurez espiritual de la otra persona. Mucha gente se casa confiando en la palabra de la pareja en que son cristianos, sólo para descubrir más tarde que solo era de palabra. Toda pareja que esté considerando casarse, debe pasar por consejería con un consejero matrimonial cristiano o su pastor. De hecho, muchos pastores no celebran bodas, a menos que se hayan reunido varias veces con la pareja en sesiones de consejería.

El matrimonio no sólo es un compromiso, sino un pacto con Dios. Es la promesa de permanecer con la otra persona por el resto de tu vida, sin importar si tu pareja es rica, pobre, sana, enferma, con sobrepeso, delgada, o aburrida. Un matrimonio cristiano debe permanecer a través de las circunstancias, incluyendo peleas, enojo, devastación, desastre, depresión, amargura, adicción y soledad. El matrimonio jamás debe iniciarse con la idea del divorcio como una opción – ni siquiera como el último hilo cuando una pareja siente que está al final de su cuerda. La Biblia nos dice que a través de Dios, todas las cosas son posibles (Lucas 18:27), y esto ciertamente incluye el matrimonio. Si una pareja toma la decisión desde el principio de permanecer comprometidos y ponen a Dios en primer lugar, el divorcio no será la solución inevitable para una situación miserable.

Es importante recordar que Dios quiere darnos los deseos de nuestro corazón, pero eso sólo es posible si nuestros deseos concuerdan con los Suyos. Él tiene un plan para cada uno de nosotros, y puede o no incluir el matrimonio. Casarse y comenzar una familia es con frecuencia el siguiente paso que toma una persona después de tener una carrera o un trabajo. Pero Pablo dice en 1 Corintios 7:7,”Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro.” Esto puede no ser evidente para la persona en principio. Ellos sólo lo descubren después de años de buscar y no encontrar a la pareja adecuada para casarse.

La gente generalmente se casa sólo porque “se siente bien.” Durante las primeras citas, y aún en el matrimonio, ves venir a la otra persona, y sientes mariposas en el estómago. El romance está en su apogeo, y conoces la sensación de estar “enamorado.” Muchos esperan que esta sensación permanezca para siempre. Desafortunadamente, no es así. El resultado puede ser decepcionante y aún llevar al divorcio al desvanecerse esos sentimientos, pero aquellos que tienen matrimonios exitosos, saben que la excitación de estar con la otra persona no tiene un fin. A cambio, las mariposas ceden el paso a un amor más profundo, un compromiso más fuerte, un cimiento más sólido, y una seguridad inquebrantable.

La Biblia es clara en que la definición del amor no se basa en los sentimientos; esto es evidente cuando se nos dice que amemos a nuestros enemigos (Lucas 6:35). Es posible sólo cuando permitimos que el Espíritu Santo trabaje a través de nosotros, cultivando el fruto de nuestra salvación (Gálatas 5:22-23). Es una decisión que hacemos sobre la base diaria de morir a nosotros mismos y a nuestro egoísmo, y dejar que Dios brille a través de nosotros. Primera de Corintios 13:4-7 nos dice cómo amar a otros: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”