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Guerra contra Ben-adad
Y Ben-adad, rey de AramA, reunió todo su ejército, y tenía con él treinta y dos reyes con caballos y carrosB; y subió, sitió a SamariaC y peleó contra ella. Entonces envió mensajeros a la ciudad, a Acab, rey de Israel, diciéndole: Así dice Ben-adad: “Tu plata y tu oro son míos; míos son también tus mujeres y tus hijos más hermosos.” Y el rey de Israel respondió, y dijo: Sea conforme a tu palabra, oh rey, señor mío; tuyo soy yo y todo lo que tengo. Después volvieron los mensajeros y dijeron: Así dice Ben-adad1: “Por cierto que envié a decirte: ‘Me darás tu plata, tu oro, tus mujeres y tus hijos.’ “Pero1 mañana como a esta hora te enviaré mis siervos, y registrarán tu casa y las casas de tus siervos; y sucederá que todo lo que sea agradable a2 tus ojos lo tomarán3 en su mano y se lo llevarán.”
El rey de Israel llamó a todos los ancianos del país, y les dijo: Reconoced ahora y ved que éste sólo busca hacer dañoA; pues él envió a pedirme mis mujeres, mis hijos, mi plata y mi oro, y no se los negué. Y todos los ancianos y todo el pueblo le dijeron: No escuches ni consientas. Entonces él respondió a los mensajeros de Ben-adad: Decid a mi señor el rey: “Haré todo lo que mandaste a tu siervo la primera vez, pero esto otro no lo puedo hacer.” Se fueron los mensajeros y le llevaron la respuesta1. 10 Y Ben-adad envió a decirle: Así me hagan los dioses y aun me añadanA, si el polvo de Samaria bastará para llenar las manos1 de todo el pueblo que me sigue2. 11 Respondió el rey de Israel y dijo: Decidle: “No se jacteA el que se ciñe las armas como el que se las desciñe.” 12 Y1 cuando Ben-adad oyó esta palabra, estaba bebiendoA con2 los reyes en las tiendas3, y dijo a sus siervos: Tomad posiciones. Y tomaron posiciones contra la ciudad.
13 Y he aquí, un profeta se acercó a Acab, rey de Israel, y le dijo: Así dice el Señor: “¿Has visto toda esta gran multitud? He aquí, la entregaré hoy en tu mano, y sabrás que yo soy el SeñorA.” 14 Y Acab dijo: ¿Por medio de quién? Y él dijo: Así dice el Señor: “Por medio de los jóvenes de los jefes de las provincias.” Entonces dijo: ¿Quién comenzará1 la batalla? Y él respondió: Tú. 15 Entonces pasó revista a los jóvenes de los jefes de las provincias y eran doscientos treinta y dos; después de ellos, pasó revista a todo el pueblo, es decir, todos los hijos de Israel, siete mil.
16 Salieron al mediodía, mientras Ben-adad estaba bebiendo hasta emborracharse en las tiendas1A junto con2 los treinta y dos reyes que lo ayudaban. 17 Los jóvenes de los jefes de las provincias salieron primero; y envió Ben-adad mensajeros que le avisaron, diciendo: Han salido hombres de Samaria. 18 Entonces dijo: Si en paz han salido, prendedlos vivos; o si en guerra han salido, prendedlos vivosA. 19 Salieron, pues, aquéllos de la ciudad, los jóvenes de los jefes de las provincias y el ejército que los seguía. 20 Y mató1 cada uno a su hombre; los arameos huyeron e Israel los persiguió, y Ben-adad, rey de Aram, escapó a caballo con algunos jinetes. 21 Y el rey de Israel salió y atacó1 los caballos y los carros, y derrotó1 a los arameos causándoles gran matanza.
22 Entonces el profeta se acercó al rey de IsraelA, y le dijo: Ve, fortalécete, y entiende y mira lo que tienes que hacer; porque a la vuelta del añoB el rey de Aram subirá contra ti. 23 Y los siervos del rey de Aram le dijeron: Sus dioses son dioses de los montesA, por eso fueron más fuertes que nosotros; mejor peleemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos? 24 Haz, pues, esto: quita a los reyes, cada uno de su puesto, y pon capitanes en su lugar, 25 y alista1 un ejército como el ejército que perdiste, caballo por caballo y carro por carro. Entonces pelearemos contra ellos en la llanura, pues ¿no seremos más fuertes que ellos? El escuchó su consejo2 y lo hizo así.
26 Y sucedió que a la vuelta del añoA, Ben-adad alistó a los arameos y subió a AfecB para pelear contra Israel. 27 Y los hijos de Israel fueron alistados y provistos de raciones, y fueron a su encuentro; los hijos de Israel acamparon delante de ellos como dos rebañuelos de cabras pero los arameos llenaban la tierraA. 28 Entonces un hombre de DiosA se acercó y habló al rey de Israel, y dijo: Así dice el Señor: “Porque los arameos han dicho: ‘El Señor es un dios de los montesB, pero no es un dios de los valles; por tanto, entregaré a toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que yo soy el SeñorC.’ ” 29 Acamparon unos frente a otros por siete días. Y sucedió que al séptimo día comenzó la batalla, y los hijos de Israel mataron1 de los arameos a cien mil hombres de a pie en un solo día. 30 Los demás huyeron a AfecA, a la ciudad, y el muro cayó sobre los veintisiete mil hombres que quedaban. También Ben-adad huyó y se refugió1 en la ciudad en un aposento interior2B.
31 Y sus siervos le dijeronA: He aquí, hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes misericordiosos; te rogamos que nos dejes poner cilicio en nuestros lomosB y cuerdas sobre nuestras cabezas, y salgamos al rey de Israel; quizás él salve tu vida1. 32 Se ciñeron cilicio en sus lomos, pusieron cuerdas sobre sus cabezas y vinieron al rey de IsraelA, y dijeron: Tu siervo Ben-adadB dice: “Te ruego que me perdones la vida1.” Y él dijo: ¿Vive todavía? Es mi hermano. 33 Y los hombres tomaron esto como señal1, y tomando de él la palabra prestamente dijeron: Tu hermano Ben-adad vive. Y él dijo: Id, traedlo. Entonces Ben-adad salió a él, y él le hizo subir en el carro. 34 Y Ben-adadA le dijo: Devolveré las ciudades que mi padre tomó de tu padre, y te harás calles en Damasco, como mi padre hizo en Samaria. Y yo, dijo Acab, con este pacto te dejaré ir. Hizo, pues, pacto con él y lo dejó ir.
35 Y cierto hombre de los hijos de los profetasA dijo a otro1 por palabra del SeñorB: Te ruego que me hieras. Pero el hombre se negó a herirlo. 36 Entonces le dijo: Porque no has atendido a la voz del Señor, he aquí, tan pronto como te apartes de mí, un león te matará1A. Y tan pronto se apartó de él, un león lo encontró y lo mató2. 37 Entonces halló a otro hombre y le dijo: Te ruego que me hieras. Y el hombre le dio un golpe, hiriéndolo1. 38 Y el profeta se fue y esperó al rey en el camino; se había disfrazadoA con una venda sobre los ojos. 39 Cuando el rey pasaba, clamó al rey y dijo: Tu siervo fue al centro de la batalla; y he aquí, un hombre se apartó de las filas y me trajo a uno, y me dijo: “Guarda a este hombre; si por alguna razón llega a faltar, entonces tu vida1 responderá por su vida1A o pagarás un talento2 de plata.” 40 Y mientras tu siervo estaba ocupado aquí y allá, él desapareció. Y el rey de Israel le dijo: Así será tu sentencia; tú mismo lo has decidido. 41 Entonces él se apresuró a quitarse la venda de los ojos, y el rey de Israel lo reconoció como1 uno de los profetas. 42 Y él le dijo: Así dice el Señor: “Porque has dejado salir de tu mano al hombre a quien yo había destinado a la destrucción, he aquí, tu vida responderá por su vidaA y tu pueblo por su pueblo.” 43 El rey de Israel se fue a su casa disgustado y molestoA, y entró en Samaria.
A 20:1 1 Rey 15:18, 20; 2 Rey 6:24 B 20:1 1 Rey 22:31 C 20:1 1 Rey 16:24; 2 Rey 6:24 1 20:5 Lit., Ben-adad, diciendo 1 20:6 Lit., Porque 2 20:6 Lit., todo el deseo de 3 20:6 Lit., pondrán A 20:7 2 Rey 5:7 1 20:9 Lit., palabra A 20:10 1 Rey 19:2; 2 Rey 6:31 1 20:10 Lit., para el hueco de las manos 2 20:10 Lit., que está a mis pies A 20:11 Prov 27:1 1 20:12 Lit., Y sucedió que A 20:12 1 Rey 16:9; Prov 31:4, 5 2 20:12 Lit., él y 3 20:12 O, enramadas A 20:13 1 Rey 18:36; 20:28 1 20:14 Lit., ligará 1 20:16 O, enramadas A 20:16 1 Rey 16:9; 20:12; Prov 20:1 2 20:16 Lit., él y A 20:18 2 Rey 14:8-12 1 20:20 Lit., hirieron 1 20:21 Lit., hirió 1 20:21 Lit., hirió A 20:22 1 Rey 20:13 B 20:22 2 Sam 11:1; 1 Rey 20:26 A 20:23 1 Rey 14:23; Jer 16:19-21; Rom 1:21-23 1 20:25 Lit., cuenta 2 20:25 Lit., voz A 20:26 1 Rey 20:22 B 20:26 2 Rey 13:17 A 20:27 Jue 6:3-5; 1 Sam 13:5-8 A 20:28 1 Rey 17:18 B 20:28 1 Rey 20:23 C 20:28 1 Rey 20:13 1 20:29 Lit., hirieron A 20:30 1 Rey 20:26 1 20:30 Lit., entró 2 20:30 Lit., un aposento en un aposento B 20:30 1 Rey 22:25; 2 Crón 18:24 A 20:31 1 Rey 20:23-26 B 20:31 Gén 37:34; 2 Sam 3:31 1 20:31 Lit., alma A 20:32 1 Rey 20:31 B 20:32 1 Rey 20:3-6 1 20:32 Lit., que viva mi alma 1 20:33 Lit., adivinaron A 20:34 1 Rey 15:20 A 20:35 2 Rey 2:3-7 1 20:35 Lit., su prójimo B 20:35 1 Rey 13:17, 18 1 20:36 Lit., herirá A 20:36 1 Rey 13:24 2 20:36 Lit., hirió 1 20:37 Lit., lo hirió, hiriendo y golpeando A 20:38 1 Rey 14:2 1 20:39 Lit., alma, y así en el vers 42 1 20:39 Lit., alma, y así en el vers 42 A 20:39 2 Rey 10:24 2 20:39 Un talento equivale aprox. a 34 kg. 1 20:41 Lit., que era A 20:42 1 Rey 20:39 A 20:43 1 Rey 21:4