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Cántico gradual. BIENAVENTURADO todo aquel que teme á Jehová, que anda en sus caminos. Cuando comieres el trabajo de tus manos, bienaventurado tú, y tendrás bien. Tu mujer será como parra que lleva fruto á los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendito el hombre que teme á Jehová. Bendígate Jehová desde Sión, y veas el bien de Jerusalem todos los días de tu vida. Y veas los hijos de tus hijos, y la paz sobre Israel.